Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 8 de septiembre de 2017
NUESTRA ELECCIÓN
1 Tesalonicenses 1:4
"Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;"
Muchas personas quieren conocer su elección antes de decidirse por Cristo, pero es algo que no se descubre así, sino que se descubre "mirando a Jesús". Si deseas asegurar tu propia elección de la siguiente manera, asegurarás tu corazón delante de Dios: ¿Te sientes como un pecador perdido y culpable? Vete a la cruz de Cristo, y dile a Jesús lo que has leído en la Biblia: "Aquel que viene a mí, no le echo de ninguna manera". Dile que Él ha dicho: "Esta es una palabra fiel, y digna de toda aceptación, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores".
Mira a Jesús y cree en Él, y verás tu elección directamente, pues con tanta seguridad como creíste, así es como eres elegido. Si te entregas completamente a Cristo y confías en Él, entonces eres uno de los escogidos de Dios. Pero si te paras y dices: "Quiero saber primero si soy elegido", te preguntas algo que no vas a saber, porque no funciona así. Ve a Jesús, así con tus errores y pecados. Deja toda la indagación curiosa sobre la elección solamente. Ve directamente a Cristo y esconde en Él tus heridas, y conocerás tu elección.
La seguridad del Espíritu Santo te será dada, para que puedas decir: "Yo sé a quién he creído, y estoy persuadido de que puede guardar lo que le he confiado". Cristo estaba en el concilio eterno: puede decirte si fuiste elegido o no. Pero no puedes encontrarlo de otra manera. Ve y pon tu confianza en Él, y su respuesta será: "Yo te he amado con amor eterno, por eso te sigo tratando con bondad". No habrá duda de que Él te haya escogido, cuando lo has elegido.
"Hijos somos a través de la elección de Dios, hijos que en Jesucristo creen".
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