viernes, 1 de septiembre de 2017

DIOS ESTÁ POR TI



Salmos 56:9
"Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare;
Esto sé, que Dios está por mí."


Es imposible que ningún discurso humano exprese el significado completo de esta deliciosa frase: "Dios está por mí". Él estaba "para nosotros" antes de que los mundos fueran hechos. Él estaba "para nosotros", o no habría dado a su bien amado hijo. Él fue "por nosotros" cuando hirió al Unigénito, y puso sobre Él todo el peso de su ira. Él estaba "para nosotros", aunque nosotros estábamos contra Él. 


Él estaba "para nosotros", cuando estábamos arruinados en la caída. Aún así Él nos amo. Él era "para nosotros", cuando éramos rebeldes contra Él, y con mano alta le estábamos desafiando. Él era "para nosotros", o no nos habría llevado humildemente a buscar su rostro. Ha sido "para nosotros" en muchas luchas. Hemos sido llamados a encontrarnos con anfitriones de peligros. Hemos sido asaltados por las tentaciones desde afuera y por dentro, ¿cómo podríamos haber permanecido ilesos a esta hora si no hubiera Él estado "para nosotros"? 

Él es "para nosotros", con toda la infinitud de su ser. Con toda la omnipotencia de su amor. Con toda la infalibilidad de su sabiduría. Revestido de todos sus atributos divinos, es "para nosotros", eterna e inmutablemente "para nosotros". "Para nosotros" por toda la eternidad. Y porque Él es "para nosotros", la voz de la oración siempre asegurará su ayuda. 

Esto no es una esperanza incierta, sino una seguridad bien fundamentada. Yo dirigiré mi oración a Él, y buscaré la respuesta, seguro de que vendrá, y que mis enemigos serán derrotados, "porque Dios es para mí". 

Oh creyente, ¡qué feliz estás con el Rey de reyes de tu lado! ¡Cuán seguro con tal Protector! ¡Cuán seguro está tu causa defendida por tal abogado! Si Dios es por ti, ¿quién puede ser contra ti?

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