Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 22 de septiembre de 2017
ESPERAR EN DIOS
Éxodo 14:13
"Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis."
Estas palabras contienen el mandamiento de Dios al creyente cuando está reducido a grandes apuros y metido en dificultades extraordinarias. No puedes retirarte, no puedes seguir adelante... Estás atado de manos, ¿Qué debes hacer ahora? La palabra del Maestro es: "Quédate quieto".
Dios quiere que tengamos un coraje alegre, e incluso en nuestros peores momentos, que nos regocijemos en su amor y fidelidad. La cobardía dice: "Retírate, vuelve a la forma de acción del mundano, no puedes jugar la parte del cristiano, es demasiado difícil, renuncia a tus principios". Pero, por mucho que el diablo pueda insistir, no puede botarnos si no le damos lugar. Si por algún tiempo has sido llamado a permanecer quieto, esto no es más que para renovar tu fuerza para un mayor avance a su debido tiempo.
La precipitación llora, "haz algo, resuelve, permanecer quieto y esperar es pura holgazanería". La presunción se jacta, "Si el mar está delante de ti, marcha hacia él y espera un milagro." Pero la fe no escucha ni a la presunción, ni a la desesperación, ni a la cobardía, ni a la precipitación, pero oye a Dios decir: "Quédate quieto", e inamovible como una roca.
"Quédate quieto", mantén la postura de un hombre recto, listo para la acción, esperando nuevas órdenes, esperando alegre y pacientemente la voz de la dirección. Y no pasará mucho tiempo antes de que Dios te diga, tan resueltamente como Moisés le dijo al pueblo de Israel: "Vayan adelante".
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