Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 21 de septiembre de 2017
LA SANGRE DE CRISTO NOS LIMPIA
1 Juan 1:7
"Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado."
"Limpia", dice el texto, no "intenta limpiar". Hay multitudes que piensan que es inútil esperar el perdon completo de Dios. ¡Oh! Cuán infinitamente mejor tener la limpieza ahora que depender de la posibilidad del perdón cuando estamos próximos a morir.
Algunos creen que el sentido del perdón es un logro que sólo se puede obtener después de muchos años de experiencia cristiana. Pero el perdón del pecado es algo presente, un privilegio para este día, un gozo para esta misma hora. En el momento en que un pecador confía en Jesús, está totalmente perdonado. El texto, escrito en el tiempo presente, indica también la continuación. Fue "limpio" ayer, es "limpia" hoy, será "limpio" mañana: será siempre así contigo, cristiano, hasta que estés cara a cara con Dios.
Cada hora puedes venir a esta fuente, porque limpia todavía. Nota, asimismo, la integridad de la purificación, "La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". No sólo del pecado, sino "de todo pecado". Lector, no puedo explicarte la dulzura de esta palabra, pero le pido a Dios el Espíritu Santo que te permita experimentarla. Nuestros pecados son múltiples contra Dios. Si la cuenta es pequeña o grande, no importa una vez la sangre de Cristo te limpia.
"Pecados contra un Dios santo, pecados contra sus justas leyes, pecados contra su amor, su sangre, pecados contra su nombre y causa, pecados inmensos como el mar, de ellos me limpia la sangre de Cristo. ¡Aleluya!".
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