jueves, 7 de septiembre de 2017

EN ESOS MOMENTOS DIFÍCILES...



Salmos 102:13-14
"Te levantarás y tendrás misericordia de Sion,
Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado.
Porque tus siervos aman sus piedras,
Y del polvo de ella tienen compasión."


Un hombre egoísta en problemas es extremadamente difícil de consolar, porque los resortes de su comodidad están enteramente dentro de sí mismo, y cuando está triste todos sus fuentes están secas. Pero un hombre de gran corazón, lleno de fe y devoción cristiana, tiene otros manantiales de los cuales puede proveerse de consuelo, además de los que se encuentran dentro de él. 


Él puede ir a su Dios primero que todo, y allí encuentra abundante ayuda; y puede descubrir argumentos de consuelo en las cosas relacionadas con el mundo en general, con su país y, sobre todo, con la iglesia. David en este Salmo estaba muy triste. Él escribió: "Yo soy como una lechuza del desierto, y yo soy como un gorrión solo sobre la cima de la casa". La única manera en que podía ser consolado, estaba en la reflexión de que Dios lo levantaría, y tendría misericordia de Sión; aunque estaba triste, sin embargo, Sión debía prosperar. Por muy triste que pareciera la situación, Sión debería surgir. ¡Hombre cristiano! Aprende a consolarte en el trato amable de Dios hacia la iglesia. Lo que es tan querido a tu Maestro, ¿no debería ser más querido para ti? Y aunque tu camino sea oscuro, ¿no puedes alegrar tu corazón con los triunfos de su cruz y la difusión de su verdad? 

Nuestros propios problemas personales se olvidan mientras miramos, no sólo sobre lo que Dios ha hecho, y lo que hace por Sión, sino también por las cosas gloriosas que Él hará por su iglesia. 

Intenta hacer esto siempre que estés triste de corazón y con pesadez de espíritu: olvídate de ti mismo y de tus pequeñas preocupaciones, y busca el bienestar y la prosperidad de Sión (el pueblo de  Dios). Cuando dobles tu rodilla en oración a Dios, no limites tu petición al estrecho círculo de tu propia vida, aunque sea probada, sino envía tus anhelantes oraciones por la prosperidad de la iglesia: "Orad por la paz de Jerusalén", y verás que tu propia alma será refrescada.

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