Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 13 de abril de 2018
SEGUROS EN ÉL
Mateo 24:39
"...y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre."
Universal fue la perdición, ni ricos ni pobres escaparon: los sabios y analfabetos, los admirados y los aborrecidos, los religiosos y los profanos, los viejos y los jóvenes, todos se hundieron en una ruina común. Algunos, sin duda, ridiculizaron al patriarca, ¿Dónde están ahora sus divertidas bromas? Otros lo habían amenazado por su celo, que rayaba en la locura, ¿Dónde estarán ahora sus jactancias y duros discursos? El crítico que juzgó el trabajo del viejo Noé se ahogó en el mismo mar que cubrió a sus compañeros burlones. Aquellos que se negaron a volverse a Dios, que no reconocieron a su siervo, perecieron. La inundación los barrió a todos, y no se hizo ninguna excepción.
Y nuevamente, la destrucción final es segura para cada hombre nacido de mujer; ningún rango, posesión o carácter será suficiente para salvar a una sola alma que no ha creído en el Señor Jesús. Mi alma, mira este juicio generalizado y tiembla ante él.
¡Qué apatía ocurrió en el diluvio! Todos estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta que amaneció la terrible mañana. No hubo un hombre sabio en la tierra fuera del arca. La locura engañó a toda la raza, locura en cuanto a la autoconservación, la más tonta de todas las locuras. La locura al dudar del Dios verdadero: la más maligno de las tonterías. Y esto vuelve a pasar en nuestros días. Todos los hombres son negligentes con sus almas hasta que la gracia les da razón, luego abandonan su locura y actúan como seres racionales, pero no hasta entonces.
Pero TODOS, bendito sea Dios, estaban a salvo DENTRO del arca, no entraron ruinas allí. Desde el enorme elefante hasta el pequeño ratón, todos estaban a salvo. La tímida liebre estaba igualmente segura con el valiente león, el indefenso pajarillo tan seguro como el laborioso buey. Todos están seguros en Jesús. Mi alma, ¿estás en Él?
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