viernes, 27 de diciembre de 2013

SI EL MONTE PARECE ALTO, ¡NO TE RINDAS!

Foto cortesía de Cecilia del Cid, Barcelona, España.
En el mundo en que vivimos, vamos a tener todo tipo de problemas, frustraciones y dificultades. Así es la vida. Nos hemos dado cuenta a lo largo de años de que siempre encontraremos metas por cumplir, obstáculos por vencer y montes por conquistar.

Así que sabiendo esto, ¿qué hacemos?

Debemos permanecer firmes y perseverar. En otras palabras, ¡La respuesta nunca es darse por vencido! No importa lo que está pasando en nuestras vidas, la victoria se encuentra al negarse a renunciar. Las mejores historias de la Biblia involucran a siervos de Dios que nunca se dieron por vencidos. Algunos ya los hemos estudiado: Abraham, Jacob, José, David, etc. Son personas que se negaron a que las circunstancias los dominaran y los hicieran vivir una vida infeliz y sin propósito.

También ten en cuenta que en el calor de nuestras luchas, el Espíritu Santo está haciendo probablemente su obra más dentro de nosotros. Él no se mueve por las circunstancias. Si usted y yo realmente confiamos en Él, ¡No hay que dejar de confiar ni un instante! No está en nuestras vidas para buenos momentos solamente, sino para los tiempos difíciles también.

Él nos guiará en medio de la nada si sólo decidimos confiar en Él y lo seguimos. Esto significa ser diligente en la oración, implacables en nuestra determinación y firmes en la fe, y decididos a permanecer firmes en la Palabra de Dios y sus promesas.

Muchas veces podemos ser desviados por la lentitud con que las cosas parecen ir. De hecho, el enemigo quiere recalcarnos eso a cada momento. Pero recuerda que es en esos momentos cuando Dios puede estar haciendo algo de su mejor trabajo. Date cuenta de esto: no es todo acerca de ti y de mí. La obra del Señor en nosotros es la preparación para el trabajo que quiere hacer a través de nosotros.

Sé que la vida puede ser difícil a veces. Pero también sé que Dios nos ayudará si nos mantenemos firmes. Pongámonos de pie como dice Gálatas 6:9: "Así que no se cansen de hacer lo que es bueno, ya que en el momento justo vamos a recoger una cosecha de bendiciones si no nos damos por vencidos."


Así que te pregunto otra vez: ¿Qué hacemos?
La respuesta es: ¡Nunca te rindas! 


Oración: Dios, yo creo que Tú estás trabajando en mi vida, incluso en tiempos difíciles. Elijo hoy mantenerme firme y nunca darme por vencido en obediencia a Tí. Quiero perseverar y como Caleb en tiempos de Josué ir a ese monte y conquistar lo que tienes para mi. Hoy elijo confiar en Ti y sé que por medio de la comunicación contigo y la lectura de tu Palabra Tú me puedes fortalecer y darme lo que necesito para conquistar los montes de la duda, la tristeza y la desilusión. En el nombre de Jesús te lo pido.

¡Amén!

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