viernes, 20 de diciembre de 2013

¿DE DÓNDE VENDRÁ MI SOCORRO?


Salmos 121: 1-2
"Alzaré mis ojos a los montes;
    ¿De dónde vendrá mi socorro?



Mi socorro viene del Señor,
Que hizo los cielos y la tierra."

¿Alguna vez te has sentido abandonado, traicionado, solo contra el mundo?
Jesús seguramente también lo sintió aquella noche donde uno de sus 12 discípulos lo traicionó. El ser humano en situaciones como esas a veces puede tomar la determinación de culpar a Dios. Nos cuesta mucho ver y entender que todo lo que nos pasa es parte de un plan de Dios para nosotros. Incluso a pesar de nuestras malas decisiones, el Señor puede hacer algo increible.

Te pongo un ejemplo: Salomón. ¿Recuerdas que David se metió con Betsabé, la mujer de Urías? De esa relación adúltera hubo un hijo, quien enfermó gravemente y luego murió. Pues en todo ese tiempo donde seguramente David lo pasó muy mal debido a la culpa que pudo haber sentido, David estuvo postrado poniéndose a cuentas con Dios. Muchos salmos llenos de arrepentimiento sincero nacieron en esos días. El Señor le dio una lección, pero luego vendría algo mejor: El siguiente hijo de David y Betzabé fue nada más que el Rey Salomón, quien edificaría el templo para el Señor y nos dejaría el libro de Proverbios, lleno de sabiduría divina.

Podemos estar seguros de que cuando vemos al Dios que está más allá de los montes de problemas y de dificultades, podemos hallar el oportuno socorro.
 

Salmos 121:3-7

"No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.

 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel. 

El Señor es tu guardador;
el Señor es tu sombra a tu mano derecha. 

El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche. 

El Señor te guardará de todo mal;
El guardará tu alma."

El sol de las preocupaciones, de las murmuraciones y de las traiciones no nos podrán fatigar si permanecemos de la mano del Señor. Nuestro guardián no duerme y más que nadie quiere que nos sintamos seguros con Él. ¿Cuántas veces Dios ha querido llamar nuestra atención con los pequeños detalles de la vida? ¿Cuántos días nos ha hablado por medio de diferentes circunstancias, esperando que nos tomemos un minuto para parar en medio de nuestras carreras diarias y simplemente disfrutemos su presencia?

Nadie está más interesado en nuestra salud espiritual, emocional y física que nuestro Dios y Creador. Está tan interesado que utiliza CUALQUIER medio para hacernos sentir amados, protegidos por su diestra y aliviados al saber que aunque este mundo por ratos se esté destruyendo y cayendo a pedazos, Él permanece siempre fiel. Lo que vemos es temporal decía el apóstol Pablo, pero lo que no vemos es eterno. Gracias a Dios que ha prometido algo maravilloso para los que confíen en Él como su socorro.

Salmo 121:8

"El Señor guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre"

¿Quién puede sentirse desamparado o solo ante tal declaración? Él guarda nuestros pasos cuando confiamos plenamente en Él. No un día, o dos. DESDE AHORA Y PARA SIEMPRE dice su Palabra. ¿Qué tal si te tomas un instante para recitar este Salmo nuevamente y hacerlo una Palabra Viva dentro de tí?
Que ese tiempo delicioso a solas con el Señor se haga una parte fundamental en cada día de tu vida, no hay nada más maravilloso que tener como mejor amigo al Dios Todopoderoso y nada que tenga más consecuencias eternas que meditar, practicar y compartir su Palabra. Que el Dios de David, el Dios que es nuestro socorro, el que guarda nuestros pasos y el guardián que nunca duerme esté y permanezca contigo y tu familia hoy, mañana y siempre.

Oración: Señor, quiero hacer de tí la parte más importante de mi día y de mi vida. Gracias por ser mi guardián, mi oportuno socorro, mi roca fuerte y refugio en todo momento. Quiero fortalecer cada vez más mi relación contigo. Aunque los montes de las dificultades quieran ocultar mi mirada de tí, yo quiero permanecer firme en tí. Pongo en tus manos una vez más mi vida, la de mi familia y ayúdame a estar listo para cuando decidas venir por mi. En el nombre de Jesús te lo pido y te doy gracias. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario