Salmo 1:1-2
"Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los blasfemos,
sino que en la ley del Señor se deleita,
y día y noche medita en ella."
Los salmos inician con una exhortación a ser dichosos, bienaventurados, felices. No es necesario que nos aislemos y nos vayamos a vivir a una montaña, lejos de cualquier contacto humano. Es inevitable que en nuestras relaciones diarias en diferentes aspectos de la vida nos topemos con personas que no temen al Señor. La exhortación de este salmo no es para que nos apartemos de ellos, sino que cuando se trate de cultivar una amistad, seguir algún consejo, lo hagamos con personas que están en el camino del Señor, personas que meditan en su Ley de noche y de día. De esa forma nosotros mismos estaremos caminando por la senda correcta y nuestra vida servirá de ejemplo para aquellos que viven sin la luz del evangelio.
Salmo 1:3
"Es como el árbol
plantado a la orilla de un río
que, cuando llega su tiempo, da fruto
y sus hojas jamás se marchitan.
¡Todo cuanto hace prospera!"
La consecuencia directa de vivir una vida cumpliendo con los mandatos de nuestro Señor es dar fruto en el momento correcto. Mostrar con nuestros actos y nuestro temperamento los diferentes atributos de Jesús según sea el caso: Amor, Alegría, Paz, Paciencia, Amabilidad, Bondad, Fidelidad, Humildad y Dominio Propio serán las señales de que estamos viviendo conforme a los preceptos del Señor. Si diariamente alimentamos nuestra mente y corazón con la bendita Palabra de Dios, en su momento daremos mucho fruto, que es lo que Jesús mismo dijo que es lo que diferencia a un árbol bueno de uno malo.
Salmo 1:4-6
"En cambio, los malvados
son como paja arrastrada por el viento.
Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio,
ni los pecadores en la asamblea de los justos.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
mas la senda de los malos lleva a la perdición."
Dios cuidará nuestro camino si nos proponemos aprender su Palabra, ponerla en práctica, compartirla con quienes nos rodean, seguir el consejo de personas temerosas de Dios y deleitarnos en la presencia de Dios cada día más. La exhortación de hoy es a recomponer el camino si nos hemos extraviado, a cuidar nuestro comportamiento y poder ser dichosos, bienaventurados, felices en el único camino verdadero. El camino del Señor.
Oración: Dios, gracias por una oportunidad más que me das de recomponer el camino. Hoy quiero apropiarme de las palabras de este salmo y poder deleitarme en tu Palabra y en tu Presencia. En el nombre de Jesús me entrego a tí para que me ayudes a dar mucho fruto. Quiero ser como ese árbol plantado junto a la orilla del río. Gracias por tu gran amor y bondad. En el nombre de Jesús hoy te lo pido y te doy gracias. Amén.
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