lunes, 9 de diciembre de 2013

LA GALERÍA DE LA FE: ISAAC



Hebreos 11:20 "Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro."


A pesar de que Isaac no tuvo la misma relación con Dios que su padre Abraham, el autor de Hebreos lo recuerda por la bendición dada a sus hijos antes de morir.

Vemos muchos episodios en la vida de Isaac entre los capítulos 24 al 26 del libro de Génesis pero nos detendremos a estudiar el tema por el que aparece en la galería de la fe: La bendición a la descendencia.

En Génesis 27 vemos que Isaac ya se había quedado prácticamente ciego. Por cuestiones de preferencia, Rebeca hace que se le dé la bendición reservada al primogénito al segundo hijo del matrimonio: Jacob. Estudiaremos las razones y los planes de Dios que no necesariamente son como el hombre piensa en su corazón en la vida de Jacob. De momento veamos que debido a esa "confusión" en la repartición de la bendición es motivo de enfado y preocupación. Esto debido a que los israelitas tomaban muy en serio las palabras pronunciadas por un padre de familia. Quizás esto lo hemos perdido en nuestro tiempo.

Debemos tener muy claro cuán importantes son las palabras que decimos a nuestros hijos. Especialmente si son hijos pequeños, ellos necesitan no sólo que les demostremos el amor dando todo lo necesario para su sustento, en términos económicos, sino que demostremos el amor con palabras de afirmación. Sobre sí mismo, el Señor habla en el capítulo 55 de Isaías, y sobre su Palabra dice lo siguiente:


Isaías 55: 11 "así es también la palabra que sale de mi boca:
    No volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo deseo
    y cumplirá con mis propósitos."


Así es también la palabra que decimos a nuestros hijos. Es importante que sean muchisimo más abundantes las palabras de bendición que las que les restan valor. Hay formas de corregir pero tengamos claro que una palabra puede marcarlos para siempre. Así como la bendición de Isaac a Esaú y Jacob. Marcó para siempre el destino de los 2. 

A Jacob le dijo:
Génesis 27: 27-29
"Cuando Isaac olió su ropa, lo bendijo con estas palabras:
«El olor de mi hijo es como el de un campo
    bendecido por el Señor.
28 Que Dios te conceda el rocío del cielo;
    que de la riqueza de la tierra
    te dé trigo y vino en abundancia.
29 Que te sirvan los pueblos;
    que ante ti se inclinen las naciones.
Que seas señor de tus hermanos;
    que ante ti se inclinen los hijos de tu madre.
Maldito sea el que te maldiga,
    y bendito el que te bendiga.»"


A Esaú le dijo:


Génesis 27: 39-40
«Vivirás lejos de las riquezas de la tierra,

    lejos del rocío que cae del cielo.
 Gracias a tu espada,
    vivirás y servirás a tu hermano.
Pero cuando te impacientes,
    te librarás de su opresión.»

Y, efectivamente, así fue. Conforme a su palabra, fue hecho. Tomemos este ejemplo.

Recordémonos del "ABC" de los padres a los hijos:
- Amar

- Bendecir
- Corregir.

Dios es un Dios que quiere lo mejor para sus hijos y nos lo hace recordar a cada momento. Así también desea que nosotros lo seamos como padres. Recordémonos de esto a cada instante, por ello fue que Isaac es recordado como héroe de la fe. 


¿Qué tal si allí en donde estás elevas una oración por cada uno de tus hijos? No sólo eso, sería lindo una llamada telefónica sólo para recordarles que los amas, y si los tienes cerca, mucho que mejor. Y si aún no los tienes, habla con tu Padre Celestial sobre lo que Su Palabra te ha dejado el día de hoy.

Oración: Señor, Tú eres el modelo de padre por excelencia. Ayúdame a darme cuenta que mis palabras son determinantes en la vida de mis hijos. Isaac lo sabía, y por ello es recordado. Quiero ser de bendición para mis hijos, quiero que recuerden lo que hice por ellos, pero que mis palabras los marquen para bien y que por medio de lo que les diga y lo que les demuestre ellos te busquen cada día más. En el nombre de Jesús te lo pido y te doy gracias.

Amén.

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