jueves, 5 de diciembre de 2013

LA GALERÍA DE LA FE: ABEL


Hebreos 11:4 "Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía."

Abel es el modelo en la Biblia de la sangre inocente que es derramada. Víctima de la envidia de su propio hermano, quizás alguna vez te has preguntado el porqué Dios vio con agrado la ofrenda de Abel y no de la misma forma la de Caín. Si nos detenemos a analizar lo que nos ofrece el texto bíblico, encontraremos la respuesta:

Génesis 2: 2-4 "Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra. Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda"


Allí lo tenemos, la clave está en "lo mejor". Caín sí le presentó una ofrenda al Señor, pero no fue de lo mejor que tenía. Muchas veces caemos en ese error también. Consciente o inconscientemente. Cantamos una alabanza de memoria, pero sin sentirla genuinamente. Asistimos a la iglesia por rutina más que por necesidad o como acción de gracias. Le damos a Dios muchas veces si nos sobra algo (de dinero, de tiempo, etc). Ahora bien, dice la Biblia que Dios después de haber aceptado las ofrendas (porque las aceptó las 2) le pregunta a Caín por qué está cabizbajo y enojado. Él le dio la oportunidad de enmendar su error, así como nos la da a nosotros el día de hoy.

Es decisión nuestra si a partir de hoy le dedicamos lo mejor al Señor. Si imitamos la disposición de corazón de Abel. De entregarle a Dios lo mejor de nuestro talento, lo mejor de nuestro tiempo, lo mejor de todo lo que Él nos ha dado en administración. Abel supo reconocer que todas las ovejas que tenía eran un regalo de Dios, y por ello supo dar lo mejor sin que le pesara. Cuando lleguemos al punto de dar lo mejor de Dios sin que nos pese o nos duela, estaremos logrando el caracter del primer miembro de la galería de la fe que se narra en Hebreos 11: Abel.

Oración: Señor, mi Dios y proveedor: Ayúdame a ver que todo lo que tengo es tuyo. Ayúdame a poder despojarme de lo mejor con el único fin de agradarte. No para quedar bien delante de los demás, sino para honrarte. Hoy que he aprendido más de tu siervo, al que tú mismo llamas justo Abel, quiero tener esa disposición en mi corazón. Gracias por hablarme de diversas formas y por diversos medios. Gracias por llamarme a obedecerte y no apartarme de tus caminos. En el nombre de Jesús sé que con tu ayuda se puede lograr. Amén.

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