Hebreos 3:3
"Porque Él ha sido considerado digno de más gloria que Moisés, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa."
Recordemos que esta carta fue escrita a los Hebreos. Viviendo sólo unos 40 años después de que Jesús apareció, los primeros creyentes judíos tenían un conocimiento más familiar y la conciencia del hombre, Jesús. Su Evangelio se le dijo a ellos en las historias de sus encuentros y conversaciones. Pero no era más que un carpintero que predicó en Galilea. Moisés, por otra parte era de mucho más atrás en el tiempo y lo tenían en un pedestal. Él era el dador de la ley que habían oído, la voz de Dios, el gran campeón que sacó a sus antepasados de Egipto contra todas las probabilidades humanas.
Puede que ya se había dicho anteriormente que el Hijo es superior a la ley, pero para el escritor de Hebreos ras necesario volver a decir que Jesús es mayor que Moisés. Pero aceptar a Jesús, vestidos de carne y frágiles como somos, como Dios, es difícil y no digamos para los judíos de aquel tiempo.
Hoy en día, seguimos haciendo frente a filosofías que intentan equiparar a Jesús con otros de los llamados dioses. Debemos creer que Jesús es el Hijo único del Padre; engendrado, no creado; de una sustancia con el Padre.
Colosenses 1:15-16 dice: Jesús es la imagen del Dios invisible ... en Él fueron creadas todas las cosas: cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles.
Oremos para que los miembros de nuestras familias que no conocen a Jesús abran sus corazones a Él. Él es mayor que todos los profetas, es el Hijo de Dios, el mismo Dios hecho hombre.
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