LA GLORIA DE DIOS

Levítico 9:23-24
"Y Moisés y Aarón entraron en la tienda de reunión, y cuando salieron y bendijeron al pueblo, la gloria del Señor apareció a todo el pueblo.
Y salió fuego de la presencia del Señor que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra."

Cuando un jefe del pueblo en Sri Lanka vio que el agua de mar se sacudía, inmediatamente gritó a la gente alrededor para que corriera por las colinas. Se acordó de su experiencia de pesadilla en Chile cuando un mortal terremoto golpeó en 1982. Debido a que su pueblo obedeció, sólo una persona de las 5000 que vivía en su área murió a causa del tsunami del 26 de diciembre de 2004.

La repetida frase "como el Señor ordenó" subraya la importancia de obedecer las regulaciones del Señor hasta el más mínimo detalle. En el texto de hoy, es muy claro que la obediencia es un requisito previo a la aparición de la gloria de Dios. Dios sabía que la institución de los sacrificios llegaría a ser meros rituales en el tiempo. Samuel tuvo que reprender al rey Saúl cuando desobedeció: "El obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que la grasa de carneros" (1 Samuel 15:22). La desobediencia de Saúl hizo que el Espíritu de Dios lo dejara.

En el octavo día de Aarón y la ordenación de sus hijos como sacerdotes, la gloria del Señor se les apareció y fuego salió de su presencia y consumió el holocausto. El despliegue de gran poder de Dios impresionó y aterrorizó a toda la comunidad. Pero hoy en día no vemos tal demostración de su fuerza. ¿Dios ya no trabaja en medio de nosotros?

Cuando los drogadictos renuncian a su consumo de drogas y se transforman, Dios muestra su poder para rescatar vidas. También sabemos de hombres de negocios que habían hecho trampas en sus impuestos y los vemos ahora pagando todos sus impuestos atrasados ​​en un solo pago, desde que aceptaron a Cristo. Dios todavía funciona en la actualidad, tanto de forma visible como imperceptible. Dios va a demostrar su gloria cuando estemos dispuestos a obedecerle.

¿Por qué nos resulta difícil de obedecer a Dios? Oremos para que la gloria de Dios adorne y llene nuestras vidas, nuestros ambientes, nuestra nación.