Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 14 de marzo de 2016
PAZ ESTANDO EN COMUNIÓN CON ÉL
Números 6:24-26
‘El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia;
el Señor alce sobre ti su rostro,
y te dé paz.’
El sacrificio de paz también se conoce como la ofrenda de paz. En hebreo la palabra "paz" conlleva la idea de bendición, prosperidad y felicidad. Por su muerte en la cruz, Jesús se convirtió en nuestra ofrenda de paz. El Príncipe de la Paz mismo nos permite ser amigos de Dios.
El Señor Dios de Israel quería que la gente recién liberada lo amara y lo reconociera como amigo también. Él sabía que estaban aterrorizados y temerosos de Él. Le rogaron a Moisés: "Habla tú con nosotros y escucharemos. Pero no hable Dios con nosotros, porque moriremos." (Éxodo 20:19). Por lo tanto Dios diseñó el tipo de ofrendas y rituales que les permitían compartir una comida con Él.
Sólo las mejores partes del sacrificio de animales eran quemados para ser un aroma agradable a Dios. Eran las grasas, los dos riñones y el lóbulo del hígado. A las personas se les prohibió comer grasa (v16). El resto del sacrificio era comido por el sacerdote y la persona que presentaba la ofenda. Tenemos una idea de esta celebración de acción de gracias al participar en el servicio de comunión/santa cena.
A pesar de todo esto, recordemos 1 Juan 1: 7: Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad.
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