Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 24 de marzo de 2016
NOS HABLÓ POR SU HIJO
Hebreos 1:1-2
"En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas.
Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas."
Todos venimos a Cristo cargados con algunas de nuestras antiguas tradiciones religiosas o culturales. Nadie en cualquier parte del mundo está realmente libre de este tipo de cosas. Algunas de ellas están inconscientemente arraigadas dentro de nosotros y ya son parte de nuestra vida diaria.
Del contenido de esta carta a los Hebreos podemos ver que fue escrita a los cristianos judíos para resolver el conflicto que tenían entre seguir a Jesús y la Antigua Alianza. En Cristo no hay necesidad de los creyentes para ofrecer los sacrificios prescritos por la ley de Moisés, pero es comprensible que esta verdad golpeaba en el núcleo de las creencias judías. Los Cristianos hebreos tenían que lidiar con eso. La epístola a los Hebreos les ayudó a ir a la raíz de cómo Jesús, el "Dios encarnado para nuestra salvación", se ocupa de todas las partes de nuestra vida y fue hecho el sacrificio perfecto y definitivo para expiar el pecado de nuestras vidas.
De la misma manera esta carta nos muestra la esencia del Evangelio y nos ayuda a ver lo que podemos evitar de nuestra cultura y lo que debemos dejar atrás.
También parece claro que para los cristianos hebreos, permanecer como cristianos comprometidos los haría sufrir persecución (10:32-34), mientras que caer de nuevo al judaísmo eliminaría esa amenaza. El judaísmo era una religión reconocida en el Imperio Romano, mientras que el cristianismo no lo era.
Sólo en el cielo saben actualmente quién escribió esta epístola. Sin embargo, sabemos que el autor conocía a Timoteo (13:23). Eso hace el círculo de posibles autores bastante pequeño. Podría ser Silas, podría ser Apolos, podría ser Bernabé, o podría ser otra persona. Se ha pensado que fue Pablo quien escribió la carta, pero la mayoría de la gente ahora están de acuerdo en que la forma en que está escrita la carta no lleva su marca.
Asimismo, no se sabe con certeza cuando esta carta fue escrita. Sin embargo, la mención de sacrificios hebreos sugiere que el templo de Jerusalén, que fue destruido en el año 70 todavía estaba en pie. El hecho de que la persecución había estallado sugiere que fue escrito después de la persecución de Nerón en el año 64 DC. No hay una dirección que nos diga a quién fue escrito, pero frases como "los de Italia les mandan saludos '(13:24) sugiere que la carta podría haber sido enviada a la iglesia judía en Roma.
En los siguientes días meditaremos más sobre esta carta, de momento agradezcamos a Dios por su enseñanza, su amor y su bondad, que nos siguen hablando día tras día. Mientras por cientos de años le habló a su pueblo por medio de profetas, ahora nos está hablando por medio de Su Hijo.
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