viernes, 11 de marzo de 2016

LEVÍTICO



Levítico 19:2
"Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: “Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo."


El amanecer de una nueva era en el horizonte. Un grupo de dos millones de personas comenzó un viaje hacia su tierra natal. Una nube los dirigía durante el día y una columna de fuego la noche. Una vez fueron esclavos de los faraones egipcios, pero ahora eran individuos libres.

El Señor Dios los había rescatado de la opresión y les había dicho que eran su propio pueblo. Él necesitaba pque ese pueblo suyo reflejara su santidad. Puesto que Él era su Dios, tenían que ser distintos a otras naciones. Él esperaba que ellos "fueran santos, porque Él es santo" (19: 2)

Como los israelitas acamparon junto al pie del Monte Sinaí, el Señor Dios instruyó a Moisés a que construyera el tabernáculo de reunión. Allí se encontraría con su pueblo. Pero dado que los hijos de Israel se negaron a escucharlo hablar directamente (Éxodo 20:19), Dios necesitaba los sacerdotes como sus intermediarios. El libro de Levítico contiene normas y reglamentos para los levitas, la tribu que se dedica exclusivamente a servir a Dios. Aarón y sus descendientes sirvieron como sacerdotes, y llevaron a la gente a relacionarse con Dios.

La ley de los diversos sacrificios permitió a las personas a venir a la presencia de Dios. Pecados tenían que ser tratados, con sacrificios y sanciones adecuadas. Leyes de la materia pura e impura eran necesarias para cuidar por el bienestar espiritual y físico de las personas. La historia de Nadab y Abiú de desobediencia sirvió como un ejemplo de la severidad de Dios.

¿Cuál es la relevancia del libro para nosotros? La muerte y resurrección de Cristo ha cumplido con todas las exigencias de la Ley, y por lo tanto estamos actualmente exentos de todas las normas prescritas de sacrificios y holocaustos. Jesucristo ha sido ofrecido como el único y suficiente sacrificio por el pecado del mundo. Pero a medida que somos integrados a su pueblo y conocidos como hijos de Dios, estamos obligados a ser "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios ...". (1 Pedro 2: 9)


Durante estos días estaremos estudiando a detalle este libro. Mientras tanto, ¡Que Dios nos ayude a ser real sacerdocio, nación santa, comportarnos como un pueblo que pertenece a Dios!

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