EL VIVIENTE QUE ME VE

Génesis 25:11
"Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve."

Agar me recuerda muchos pasajes de mi vida. Muchas veces me he olvidado de Dios y no es hasta que me veo en dificultades y en un callejón sin salida que lo invoco... y me doy cuenta que Dios siempre estuvo conmigo, siempre me veía...
 
Esta actitud debe terminar para muchos de nosotros. Lloramos a Dios cuando estamos en problemas, pero lo abandonamos cuando nos prospera. Caso extremo también el de Isaac: Él vivió TODA su vida en la tierra prometida y nunca se apartó del Dios de su padre Abraham. 

Aprendamos a vivir en la presencia del Dios vivo; oremos para que el Espíritu Santo el día de hoy, y cada día pueda sentirse en nuestras vidas. Feliz es el que habita en el pozo de los ríos de agua viva, y nunca se aparta de allí. No nos apartemos de Dios, ni en la pobreza ni en la abundancia, ni cuando estamos en dificultades ni cuando todo va en bonanza. Él, que todo lo ve, está siempre cercano de los que lo invocan con sinceridad.

Que todos nuestros actos demuestren que estamos conscientes que el Dios que todo lo ve, está a nuestro lado. Así sea.