Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 24 de noviembre de 2016
LA IRA VENIDERA
Mateo 3:7
"Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?"
Es agradable salir al aire libre después de una tormenta; oler la frescura de las hierbas después de que la lluvia ha terminado, y tomar nota de las gotas mientras brillan como diamantes puros en la luz del sol es sublime.
Esa es la posición de alguien que ha nacido de nuevo. Sí, la tormenta en la vida fue terrible, pudo haber traído consecuencias malas, pero una vez Cristo ha llegado y el sol ha salido, el ambiente es de lo más agradable. Hay rastros de la vida anterior, pero sólo sirven para que la nueva naturaleza brille más, y se luzca más. La tormenta ha pasado, no más huracán, no más granizo... sólo la calma, el olor a tierra mojada y el arco iris son testigos de lo que Dios puede hacer en una vida, por muy destruida que esté.
Si hoy estás pasando por tormentas en tu vida, no creas que la ira venidera dura para siempre. Pues no todo está perdido, hoy puedes salir de esa tormenta, invitando a Cristo a que llegue a tu vida. Allí donde estás, pide perdón genuino por tus pecados e invítalo a que sea el centro y lo más principal en tu vida. Verás cómo después de la tormenta de la vida, la calma y la paz de Cristo te inundará. ¡Inténtalo!
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