sábado, 12 de agosto de 2017

SUFRIR Y REINAR




2 Timoteo 2:12
"Si sufrimos, también reinaremos con Él;
Si le negáremos, él también nos negará."


Amado amigo, ¿confías solamente en Jesús? Si no es así, aún estás a tiempo de hacer de Él tu única fuente de seguridad, ya que es el que permanece eternamente. Muchos piensan que Él les falla porque acá en la tierra sufren. Pero la verdad es que si somos imprudentes e inconscientes de las verdades espirituales, lo más seguro es que suframos de más en este mundo caído.


Si dejamos que la pasión tome el lugar del juicio, y la auto-voluntad reine en lugar de la autoridad de las Escrituras, pelearemos las batallas del Señor con las armas del diablo, y si nos cortamos los dedos no debemos sorprendernos. Nuevamente, en los problemas que vienen sobre nosotros como resultado del pecado, no debemos ni imaginar que estamos sufriendo con Cristo o por Él. Cuando Miriam habló mal de Moisés, y la lepra la contaminó, ella no estaba sufriendo por Dios. Además, el sufrimiento que Dios acepta que sus hijos pasen deben tener como fin la gloria de Dios. 

Si me esfuerzo y sufro por cosas que me hagan ganar un nombre o ganar aplausos, no obtendré otra recompensa que la del fariseo. Es también necesario que el amor a Jesús, y el amor a sus elegidos, sean siempre el detonante de toda nuestra paciencia. Debemos manifestar el Espíritu de Cristo en mansedumbre, humildad y perdón. Busquemos y veamos si verdaderamente sufrimos con Jesús. Y si sufrimos así, ¿cuál es nuestra "ligera aflicción" en comparación con reinar con Él para siempre? 

Oh, es tan bendecido estar en el horno del sufrimiento con Cristo, tanto así que si no hubiese recompensa futura, podríamos considerarnos felices por compartir sufrimientos con Él. Pero como la recompensa es tan eterna, tan infinitamente más de lo que teníamos derecho a esperar, ¿no tomaremos la cruz con prisa, y seguiremos nuestro camino regocijándonos?

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