Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 31 de diciembre de 2017
TERMINA EL AÑO 2017
Termina un año. Las agujas del reloj vuelven a iniciar en 0, las hojas de los calendarios vuelven a iniciar en Enero y las agendas de bolsillo muestran un olor nuevo cuando se abren por primera vez. Millones de nuevos propósitos se alistan para ser intentados una vez más. Con este 2017, terminan ciclos, temporadas, procesos.
Pero hay algo que no está ni remotamente cerca de terminar: La FIDELIDAD, el AMOR y la GRACIA de nuestro Dios. Cada día se renuevan sus misericordias, EL QUE ES Primero y Último no conoce el final ni se limita a los ciclos físicos de nuestro mundo.
Isaías 41:9-10 dice "Te tomé de los confines de la tierra,
te llamé de los rincones más remotos,
y te dije: “Tú eres mi siervo.”
Yo te escogí; no te rechacé.
Así que no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa."
¿Acaso pueden existir palabras más alentadoras que estas? Aunque hayamos pasado por dificultades en el pasado, aunque las circunstancias nos hayan querido desanimar y tirar la toalla. Dios y su misericordia y amor no se rigen por un calendario. Los propósitos de Dios no decaen en febrero como la mayoría de seres humanos lo hacemos. El propósito de Dios es que todos le conozcan y alcancen la vida eterna que nos trajo al mundo por medio de la fe en Jesús. Hoy más que nunca debemos ver hacia adelante, recordando lo que Dios ha hecho en el pasado para agradecerle por su fidelidad y para tomar fuerzas al saber que el que no nos ha abandonado hasta ahora no lo hará si seguimos confiando en Él.
Quizás el 2017 nos haya dejado malos recuerdos: La partida de un ser querido, el despido de algún trabajo o la pérdida de una amistad. Pero si alguien no nos abandonó es el Señor. Basta con vernos con vida para saber que todavía hay un propósito por el que estamos respirando. Y Dios más que nadie quiere que lo sepamos y no hay otra forma de conocer la voluntad de Dios que conociendo su Palabra.
Esta ha sido nuestra misión desde el principio: Acercar la Palabra de Dios por cualquier medio para que nos tomemos un tiempo en esta era de las carreras y la informática y meditemos en la Biblia y sus enseñanzas llenas de vida y esperanza para nosotros. El 2017 nos ha dejado muchas satisfacciones en el Señor. Somos más de 226,000 en Facebook. En twitter ya somos más de 1200 y este blog que tiene poco más de 4 años ya tiene más de 900,000 visitas.
Pero estas cifras no tienen ningún significado en sí mismas si perdemos de vista que todo es para que Dios sea glorificado y exaltado. Que el crédito se lo lleve el agua, no el vaso. Somos un simple instrumento de los innumerables que utiliza Dios el Señor para llevar su Palabra a toda la creación. Hoy queremos agradecer públicamente a Él porque todo lo que somos es gracias a su misericordia y fidelidad. Y te invitamos a hacerlo también. Haz un recuento mental de lo que este año ha traído consigo a tu vida y te darás cuenta que si aún estás acá, es porque Dios ha sido bueno.
En esta última publicación del año queremos compartir esta cita hermosa tomada del libro de Habacuc, que revela nuestro deseo ante nuestro Dios:
Habacuc 3:17-19
"Aunque la higuera no dé renuevos,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
El Señor omnipotente es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas."
QUE NUESTRO DIOS SEA EXALTADO Y GLORIFICADO HOY, MAÑANA Y SIEMPRE
sábado, 30 de diciembre de 2017
DERROTANDO A LOS LOBOS NOCTURNOS
Habacuc 1:8
"Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar."
El "lobo nocturno", enfurecido por un día de hambre, es más feroz y más voraz de lo que hubiera sido por la mañana. ¿No es posible que la furiosa criatura represente nuestras dudas y temores después de un día de distracción mental, pérdidas en los negocios y quizás burlas poco generosas de nuestros semejantes? Es posible que se presente por medio de nuestros pensamientos que aúllan en nuestros oídos, "¿Dónde está ahora tu Dios?" Qué voraces y codiciosos son, tragando todas las sugerencias de consuelo y permaneciendo tan hambrientos como antes.
Gran Pastor, mata a estos lobos nocturnos, y haz que tus ovejas se acuesten en verdes pastos, sin ser molestados por la insaciable incredulidad. ¡Cuán semejantes son los demonios del infierno a los lobos nocturnos, porque cuando el rebaño de Cristo se encuentra en un día nublado y oscuro, y su sol parece estar descendiendo, se apresuran a rasgar y devorar! Apenas atacarán al cristiano a la luz del día de la fe, pero en la penumbra del conflicto del alma caerán sobre él. ¡Oh, tú que has entregado tu vida por las ovejas, presérvalas de los colmillos del lobo!
Los falsos maestros que con astucia e industriosamente buscan la vida preciosa, devorando a los hombres con sus capuchas falsas, son tan peligrosos y detestables como los lobos nocturnos. La oscuridad es su elemento, el engaño es su carácter, la destrucción es su fin. Estamos en mayor peligro de ellos cuando usan la piel de oveja. Bienaventurado el que está apartado de ellos, porque miles son hechos presa de lobos rapaces que entran dentro del redil de la iglesia.
¡Qué maravilla de gracia es cuando los perseguidores feroces se convierten, porque entonces el lobo mora con el cordero, y los hombres de cruel disposición ingobernable se vuelven amables y enseñables. Oh Señor, convierte a muchos de esos: por ellos oramos este día.
viernes, 29 de diciembre de 2017
ESCOGIDOS
Marcos 3:13
"Después subió al monte, y llamó a sí a los que Él quiso; y vinieron a Él."
Aquí está demostrada la soberanía. Los espíritus impacientes pueden inquietarse y exhalar, porque no son llamados a los lugares más altos en el ministerio; pero regocíjate si Jesús te ha llamado a su Reino, porque ha sido su vuluntad. Si Él me deja ser el portero en su casa, lo bendeciré alegremente por esa gracia al permitirme hacer cualquier cosa a su servicio. El llamado de los siervos de Cristo viene de arriba. Jesús está en la montaña, cada vez más sobre el mundo en santidad, seriedad, amor y poder.
Aquellos a quienes llama deben seguirle a la montaña, deben tratar de elevarse a su nivel viviendo en comunión constante con Él. Puede que no sean capaces de alcanzar los honores clásicos, o alcanzar la eminencia a los ojos de los demás, pero deben como Moisés subir al monte de Dios y tener relaciones familiares con el Dios invisible, o nunca estarán preparados para proclamar el evangelio de la paz. Jesús se separó para tener una gran comunión con el Padre, y debemos entrar en la misma compañía divina si queremos bendecir a nuestros semejantes.
No es de extrañar que los apóstoles estuvieran revestidos de poder cuando descendieron frescos de la montaña donde estaba Jesús. Esta mañana debemos esforzarnos para ascender al monte de la comunión, para que allí podamos ser ordenados para el trabajo de la vida por el cual somos apartados. No veamos el rostro del hombre hoy hasta que hayamos visto a Jesús. El tiempo pasado con Él es el mejor tiempo de la vida. Nosotros también echaremos fuera demonios y haremos maravillas si descendemos al mundo ceñido con esa energía divina que solo Cristo puede dar.
No sirve de nada ir a la batalla del Señor hasta que estemos armados con armas celestiales. Debemos ver a Jesús, esto es esencial. En el propiciatorio permaneceremos hasta que Él se manifieste a nosotros como no lo hace ante el mundo, y hasta que podamos decir con sinceridad: "Estuvimos con Él en el Monte Sagrado".
jueves, 28 de diciembre de 2017
CERCA DE CRISTO
Apocalipsis 4:4
"Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas."
Se dice que estos representantes de los santos en el cielo están alrededor del trono. En el pasaje de Cantares, donde Salomón canta al Rey sentado a su mesa, algunos lo convierten en "una mesa redonda". A partir de esto, algunos expositores, creo, sin forzar el texto, han dicho: "Hay una igualdad entre los santos". Esa idea es transmitida por la cercanía equitativa de los veinticuatro ancianos.
La condición de los espíritus glorificados en el cielo es la cercanía a Cristo, la visión clara de su gloria, el acceso constante a su corte y el compañerismo familiar con su persona: no hay ninguna diferencia a este respecto entre un santo y otro, pero todos los personas de Dios, apóstoles, mártires, ministros o cristianos privados y oscuros, todos se sentarán cerca del trono, donde mirarán por siempre a su Señor exaltado, y estarán satisfechos con su amor.
Todos estarán cerca de Cristo, todos cautivados por su amor, todos comiendo y bebiendo en la misma mesa que Él, todos amados como sus favoritos y amigos, aunque no todos sean igualmente recompensados como sirvientes.
Deja que los creyentes en la tierra imiten a los santos en el cielo en su cercanía a Cristo. Queremos en la tierra ser como los ancianos están en el cielo, sentados alrededor del trono. Que Cristo sea el objeto de nuestros pensamientos, el centro de nuestras vidas. ¿Cómo podemos soportar vivir a tanta distancia de nuestro Amado?
Señor Jesús, llévanos más cerca de ti. Permítenos cantar: "Su mano izquierda está debajo de mi cabeza, y su diestra me abraza". Oh, levántame más alto, más cerca de ti, y cuando me eleve y más puro me encuentre, deja que la humildad de mi alma me haga descansar más bajo tus pies. Menos confianza en mi mismo, más quiero probar la bendita comodidad de tu amor.
miércoles, 27 de diciembre de 2017
CLAMA A ÉL
Jeremías 33:3
"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces."
Hay diferentes traducciones de estas palabras. Una versión la presenta así: "Te mostraré grandes y fortificadas cosas". Otra dice: "Grandes y reservadas cosas". Ahora bien, hay cosas reservadas y especiales en la experiencia cristiana: todos los desarrollos de la vida espiritual no son fáciles de alcanzar. Existen los marcos comunes y los sentimientos de arrepentimiento, fe, alegría y esperanza que disfrutan toda la familia; pero hay un dominio superior de éxtasis, de comunión y unión consciente con Cristo, que está lejos de ser la morada común de los creyentes.
No tenemos todo el gran privilegio de Juan, de apoyarnos en el seno de Jesús; ni de Pablo, para ser atrapado en el tercer cielo. Hay alturas en el conocimiento experimental de las cosas de Dios que el ojo del águila de la perspicacia y el pensamiento filosófico nunca han visto: solo Dios puede llevarnos allí; pero el carro en el que nos lleva, y los ardientes corceles con los que se arrastra ese carro, son oraciones dominantes.
La plegaria prevaleciente es victoriosa sobre el Dios de misericordia. La oración que prevalece lleva al cristiano al Carmelo, y le permite cubrir el cielo con nubes de bendición y la tierra con inundaciones de misericordia. La plegaria que prevalece lleva al cristiano a la altura del monte Nebo, y le muestra la herencia reservada; nos eleva a Tabor y nos transfigura, hasta que en la semejanza de su Señor, como Él es, así somos nosotros también en este mundo. Si alcanzas algo más elevado que la experiencia humillante ordinaria, mira hacia la Roca que es más alta que tú, y mira con el ojo de la fe a través de la ventana de la oración persistente.
No dejes de clamar a Dios, Él no dejará de responderte y de mostrarte cosas que tú no conoces.
martes, 26 de diciembre de 2017
PODER DE DIOS
Efesios 1:19-20
"Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales..."
En la resurrección de Cristo, como en nuestra salvación, no hubo influencia de nada más que de un poder divino. ¿Qué diremos de aquellos que piensan que la conversión se produce por la libre voluntad del hombre, y se debe a su propia disposición de ánimo? Cuando veamos que los muertos se levanten de la tumba por su propio poder, entonces podemos esperar ver a pecadores impíos que se vuelven a Cristo por propia voluntad.
No es la palabra predicada, ni la palabra leída en sí misma; todo el poder vivificador procede del Espíritu Santo. Este poder es irresistible. Todos los soldados y los sumos sacerdotes no pudieron guardar el cuerpo de Cristo en la tumba; la misma muerte no podía mantener a Jesús en sus ataduras: incluso así, irresistible es el poder que se presenta en el creyente cuando se le plantea a la novedad de la vida. Ni el pecado, ni su corrupción, ni los demonios en el infierno ni pecadores en la tierra, pueden detener la mano de la gracia de Dios cuando intenta convertir a un hombre.
Observa que el poder que levantó a Cristo de los muertos fue glorioso. Reflejaba honor sobre Dios y consternación en las huestes del mal. Entonces, hay una gran gloria para Dios en la conversión de cada pecador. Por su poder eterno. "Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere, y la muerte no se enseñoreará más de Él". Así que nosotros, resucitados de entre los muertos, no volvemos a nuestras obras muertas ni a nuestras viejas corrupciones, sino que vivimos para Dios. "Porque Él vive también vivimos". "Porque estamos muertos, y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios". "Así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros debemos caminar en la novedad de la vida".
El mismo poder que levantó la cabeza funciona la vida en los miembros. ¡Qué bendición ser vivificado junto con Cristo!
"Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales..."
En la resurrección de Cristo, como en nuestra salvación, no hubo influencia de nada más que de un poder divino. ¿Qué diremos de aquellos que piensan que la conversión se produce por la libre voluntad del hombre, y se debe a su propia disposición de ánimo? Cuando veamos que los muertos se levanten de la tumba por su propio poder, entonces podemos esperar ver a pecadores impíos que se vuelven a Cristo por propia voluntad.
No es la palabra predicada, ni la palabra leída en sí misma; todo el poder vivificador procede del Espíritu Santo. Este poder es irresistible. Todos los soldados y los sumos sacerdotes no pudieron guardar el cuerpo de Cristo en la tumba; la misma muerte no podía mantener a Jesús en sus ataduras: incluso así, irresistible es el poder que se presenta en el creyente cuando se le plantea a la novedad de la vida. Ni el pecado, ni su corrupción, ni los demonios en el infierno ni pecadores en la tierra, pueden detener la mano de la gracia de Dios cuando intenta convertir a un hombre.
Observa que el poder que levantó a Cristo de los muertos fue glorioso. Reflejaba honor sobre Dios y consternación en las huestes del mal. Entonces, hay una gran gloria para Dios en la conversión de cada pecador. Por su poder eterno. "Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere, y la muerte no se enseñoreará más de Él". Así que nosotros, resucitados de entre los muertos, no volvemos a nuestras obras muertas ni a nuestras viejas corrupciones, sino que vivimos para Dios. "Porque Él vive también vivimos". "Porque estamos muertos, y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios". "Así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros debemos caminar en la novedad de la vida".
El mismo poder que levantó la cabeza funciona la vida en los miembros. ¡Qué bendición ser vivificado junto con Cristo!
lunes, 25 de diciembre de 2017
AGRADECIDOS
Juan 1:14
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”
Nadie sabe con exactitud el día en que nació Jesús, pero es poco probable que fuera el 25 de diciembre. Puede que Su nacimiento haya sido en otoño, cuando el clima todavía era lo suficientemente cálido como para que los pastores estuvieran afuera con sus rebaños.
Sabemos que Jesús fue crucificado en la Pascua y que el Espíritu Santo descendió en Pentecostés. Así que algunos eruditos han llegado a la conclusión de que puede que el nacimiento de Jesús haya ocurrido en otra fiesta judía, la Fiesta de los Tabernáculos, o Sucot.
Aunque no podemos saberlo con certeza, sí sabemos que esta línea de razonamiento iría acorde con la manera en que Dios obró para enviar a Su Hijo -el Verbo hecho carne que «habitó ("hizo tabernáculo") entre nosotros» (Juan 1:14), en la Fiesta de los Tabernáculos. Sucot era un tiempo en el que los judíos practicantes vivían en moradas temporales y escuchaban la lectura de la Palabra del Señor (Deuteronomio 31:10-13).
Para los judíos, Sucot es «el tiempo de nuestro regocijo». Para todos nosotros, el tiempo de nuestro regocijo es el nacimiento de Cristo, quien trae el gozo de la salvación a todo el mundo. ¡Es tiempo de agradecer a Dios por haber enviado un día a Su Hijo a salvarnos!
Puede que la fecha del nacimiento de Cristo sea materia de debate, pero el hecho de Su vida no admite discusión. Es el Dios hecho hombre que vino a la Tierra para dar Salvación al que crea en Él. ¿Crees tú en Él?
domingo, 24 de diciembre de 2017
PARA REFLEXIONAR ESTE 24 DE DICIEMBRE
El mundo entero celebra navidad hoy cuando el reloj muestre que es media noche. América Latina es una región donde existe mucha algarabía por estas fechas. En nuestros países los últimos días hemos visto un aumento en el consumo de todo tipo de comida, bebida, regalos, juguetes, etc. El tránsito vehicular en estos días es impresionante. La cantidad de accidentes debido a las prisas, a las carreras y a las personas que manejan en estado de ebriedad también aumentan drásticamente. Los centros comerciales se llenan de personas que tratan de comprar y comprar regalos para quedar bien con todos. Los tradicionales "convivios" o fiestas de fin de año predominan en este mes. Ante tanta publicidad, preocupación, gastos, accidentes, etc. hoy nos conviene hacer esta pregunta: ¿Estamos realmente conscientes de qué es lo que estamos celebrando?
La Biblia nos enseña en los libros de Mateo y de Lucas la historia del nacimiento de Jesús. Una historia extraordinaria, que en nada se parece al clima que predomina en nuestros días y en nuestros países. Jesús no tuvo "estreno" o una chimenea caliente en donde nacer. No, Él decidió nacer en un lugar donde guardaban a los animales. Ahora bien, no es nuestra intención hoy reavivar el debate de cuándo nacio realmente Jesús. No vale la pena, ya que aunque se sabe que no es posible que haya nacido en el equivalente a nuestro diciembre, por la época en la que los pastores cuidaban a las ovejas durante la noche, realmente hoy queremos analizar si todo lo que hacemos diariamente es congruente con lo que se trata de festejar hoy.
El nacimiento de Jesús es importante. Claro que sí, es el primer paso hacia el cumplimiento de las profecías sobre el Mesías Salvador. Aunque realmente la historia de la humanidad cambia en el Calvario, acá se empezó a cumplir nuestra esperanza, la última oportunidad que teníamos inició con un Jesús hecho hombre e indefenso, pero con la misión de derrotar a las huestes de maldad en la cruz.
Los ambientes en nuestras ciudades en estos últimos años en nada se parecen a una profecía cumplida para la salvación de la humanidad. Cada vez hay más consumismo, egoísmo, decadencia y libertinaje. Hoy el mensaje que queremos dejar y la reflexión en este día que muchos celebran sin invitar realmente al cumpleañero es: ¿Jesús es tu Salvador? ¿Jesús es la parte más importante de tu vida, de tu día a día? ¿Tus actos están encaminados a celebrar su nacimiento, su vida, su muerte y resurrección? ¿Dedicas tiempo diariamente para meditar en su Palabra, su ejemplo y sus mandatos para los que quieren formar parte de su pueblo?
La Biblia dice en el primer capítulo de Juan que el Verbo (Jesús) vino a su mundo, vino a los suyos, pero que los suyos NO LE RECIBIERON. Luego sigue un "pero" que es uno de mis favoritos de todos los tiempos. PERO A LOS QUE LE RECIBIERON, ÉL LES DIO EL PRIVILEGIO DE LLEGAR A SER HIJOS DE DIOS.
(Juan 1:12)
Hoy te invito a que más allá de recibir visitar, recibir regalos, recibir tarjetas, recibir publicaciones en facebook, recibir y recibir y recibir... hoy recibas la visita del Unigénito de Dios. Que los afanes de este mundo no te alejen de vivir una vida victoriosa en Cristo Jesús. La Biblia dice en Romanos 10:9-10 que si cada uno de nosotros confiesa con su boca que Jesús es el Señor y cree con su corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, alcanzará la salvación. Ya hemos hablado mucho en este año en cada una de las publicaciones que no es por nuestros méritos, ni por nuestros esfuerzos, sino por GRACIA y por FE. ¿Quieres celebrar hoy navidad? No hay nada mejor que hacerlo como la primera que existió, en aquel pesebre lleno de animales, y lleno de amor de Dios por cada uno de nosotros. Jesús ha sido la persona más rechazada de todos los tiempos. Rechazado por la sociedad que juzgó a María por quedar encinta antes de casarse, rechazado por los dueños de las posadas que no tenían espacio para Él, rechazado por su pueblo al pedir su crucifixión, rechazado por cada uno de nosotros cuando vivíamos lejos de Él, o cuando pensábamos que celebrábamos su nacimiento y nunca lo invitamos realmente a participar. Pero aún así, Él nos ama y como dice Romanos 5:8, que aún nosotros siendo pecadores, es decir, enemigos declarados de Él, Cristo murió por nosotros. ¿Te animas a celebrar una verdadera navidad hoy?
Oración: Señor, hoy te pido perdón por olvidarme de tí hasta en los momentos en que aparentemente se te celebra pero en realidad buscamos otros deleites. Te pido perdón por vivir una vida lejos de tu perfecta voluntad. Sé que no me condenas si me acerco con un corazón genuinamente arrepentido y por eso hoy te pido que nazcas en mi vida, en mis pensamientos, en mis prioridades, en mis sentimientos y en mi diario caminar. Ya no quiero vivir más una vida de apariencias y de rituales pero con mi corazón alejado de tí. Hoy me arrepiento de mis pecados y te reconozco como el Único que puede transformar mi vida y llevarla por el camino correcto. Hoy como dice Juan 1:12 te recibo en mi vida y sé que al hacerlo, soy llamado por tí como un Hijo de Dios. En el nombre de Jesús hoy he orado y te doy gracias por tu amor y misericordia.
Si hoy hiciste del Señor Jesús tu Único Señor y Rey, entonces queremos decirte: ¡Feliz Navidad!
sábado, 23 de diciembre de 2017
FRUTO
Oseas 14:8
"Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto."
Nuestro fruto se encuentra directamente relacionado con la intimidad y unión que tengamos con Dios. El fruto de la rama es directamente trazable a la raíz. Si se corta la conexión, la rama muere y no se produce ningún fruto. En virtud de nuestra unión con Cristo, damos fruto. Cada racimo de uvas ha estado primero en la raíz, ha pasado a través del tallo y ha fluido a través de los vasos de la savia, y así se forma externamente la fruta, pero fue primero en el tallo; así también cada buena obra fue primero en Cristo, y luego se produce en nosotros. Oh cristiano, valora esta preciosa unión con Cristo; porque debe ser la fuente de toda la fecundidad que puedes esperar tener. Si no te unes a Jesucristo, serías una rama estéril en verdad.
Nuestro fruto proviene de Dios en cuanto a la providencia espiritual. Cuando las gotas de rocío caen del cielo, cuando la nube mira hacia abajo desde lo alto y está a punto de destilar su tesoro líquido, cuando el brillante sol hincha las plantas, cada bendición celestial puede susurrar al árbol y decir: " De mí se ha encontrado tu fruto ". La fruta le debe mucho a la raíz, que es esencial para la fecundidad, pero también debe mucho a las influencias externas. ¡Cuánto debemos a la gracia de Dios, a su providencia! Es la que nos proporciona continuamente enseñanza, consuelo, fortaleza o lo que sea que necesitemos. A esto le debemos toda nuestra utilidad o virtud.
Nuestro fruto proviene de Dios en cuanto a la agricultura sabia. El cuchillo afilado del jardinero promueve la fertilidad del árbol, adelgazando los racimos y cortando brotes superfluos. Así es, creyente, con esa poda que el Señor te da. "Mi Padre es el labrador: todo pámpano en mí que no lleva fruto, lo quita: y todo aquel que lleva fruto, lo purifica, para que lleve más fruto". Como nuestro Dios es el autor de nuestras gracias espirituales, apartemos un momento hoy y cada día para darle toda la gloria por nuestra salvación.
viernes, 22 de diciembre de 2017
TRISTEZA Y DESOLACIÓN
Jeremías 49:23
"Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse."
Poco sabemos qué tristeza pudo haber sobre el mar en aquel momento. Y cuántos de nosotros están sobre ese mar de tristeza justo hoy. A veces estamos a salvo en nuestra cámara tranquila, pero otras puede que nos sintamos como náufragos, solos en medio de un océano de aflicciones y necesidades. Mi oración hoy se dirige al gran Señor del mar y de la tierra, que hará que la tormenta que estés pasando no sirva sino para desarrollar más destrezas y fe en los marineros cansados y agobiados.
Tampoco debería ofrecer oración solamento, debería tratar de beneficiar a aquellos hombres resistentes que arriesgan sus vidas tan constantemente. ¿Alguna vez he hecho algo por ellos? ¿Que puedo hacer? ¡Cuán a menudo el mar bullicioso se traga al marinero! Miles de cadáveres se encuentran en aguas profundas. Hay dolor de muerte en el mar, que hace eco en el largo gemido de las viudas y los huérfanos. La sal del mar está en muchos ojos de madres y esposas. Inmensas olas devorando el amor de las mujeres y la estancia de los hogares. ¡Qué resurrección habrá en las cavernas de las profundidades cuando el mar entregue a sus muertos! Hasta entonces habrá tristeza en el mar del sufrimiento y la prueba.
Esta tierra no es nuestro descanso, y las olas inquietas nos lo dicen. Pero hay una tierra donde no hay más mar: nuestros rostros se dirigen firmemente hacia ella; vamos al lugar del cual el Señor ha hablado. Hasta entonces, proyectamos nuestras penas sobre el Señor que pisó el mar de antaño, y que hace un camino para su pueblo a través de sus profundidades. ¡No desmayes, pronto llegaremos a la tierra prometida si confiamos en Dios!
jueves, 21 de diciembre de 2017
FE
Marcos 2:4
"Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico."
La fe produce hasta inventos, creatividad. La casa estaba llena, una multitud bloqueaba la puerta, pero la fe encontró una manera de llegar al Señor y colocar al hombre paralítico delante de Él. Si no podemos conseguir llegar a donde está Jesús está por métodos ordinarios, debemos usar los extraordinarios. Según Lucas 5:19, parece que se tuvo que remover un mosaico, lo que generaría polvo y causaría una medida de peligro para los de abajo, pero cuando el caso es muy urgente no debemos evitar correr algunos riesgos y escandalizar a algunos... Jesús estaba allí para sanar, y por lo tanto la fe se aventuró todo para que el pobre paralítico pudiera recibir sanidad. ¡Oh, que tuviéramos una fe más atrevida entre nosotros!
¿No podemos, querido lector, buscar esta mañana alguna necesidad propia o ajena y volcarnos al señor en oración?
El mundo está constantemente inventando; el genio sirve a todos los propósitos del deseo humano: ¿no puede la fe también inventar y alcanzar por algún medio nuevo a los marginados que parece que están pereciendo a nuestro alrededor? Fue la presencia de Jesús lo que motivó el valor victorioso en los cuatro portadores del hombre paralítico: ¿no está el Señor entre nosotros ahora? ¿Hemos visto su cara esta mañana? ¿Hemos sentido su poder sanador en nuestras propias almas? Si es así, entonces, a través de la puerta, a través de la ventana o a través del techo, rompiendo todos los impedimentos esforcémonos por llevar las almas a Jesús.
Todos los medios son buenos y decorosos cuando la fe y el amor se establecen verdaderamente en las almas ganadoras. Si el hambre por el pan puede romper las paredes de piedra, seguramente el hambre de almas no se verá obstaculizada en sus esfuerzos.
Oh Señor, haznos rápidos en sugerir métodos para llegar a los enfermos de pecado, y audaces para llevarlos a tí aún superando todos los riesgos. Así sea.
miércoles, 20 de diciembre de 2017
NO MÁS BAJO LA LEY
Gálatas 5:18
"Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley."
Aquel que mira su propio carácter y posición desde un punto de vista legal, no solo se desesperará cuando llegue al final de sus cálculos, sino que, si es un hombre sabio, se desesperará al principio; porque si somos juzgados sobre la base de la ley, no habrá carne viva que se justifique. ¡Qué bendición saber que moramos en los dominios de la gracia y no de la ley!
Al pensar en mi estado ante Dios, la pregunta no es: "¿Soy perfecto en mí mismo ante la ley?" sino "¿Estoy viviendo la vida en Cristo Jesús?" Esa es una cuestión muy diferente. No necesitamos preguntar: "¿Estoy sin pecado naturalmente?", sino, "¿He sido lavado en la fuente que l impia el pecado y la inmundicia?" No es "¿Estoy complaciendo a Dios?" sino "¿Soy aceptado en el Amado?"
El cristiano ve sus evidencias desde lo alto del Sinaí y se alarma con respecto a su salvación; es mejor si ve su título a la luz del Calvario. Si miramos hacia el fundamento de nuestra esperanza, veremos que la promesa de Dios está segura, y que cualesquiera que sean nuestras dudas, el juramento y la promesa nunca fallarán. ¡Ah! creyente, siempre es más seguro para ti ser guiado por el Espíritu hacia la libertad evangélica que usar cadenas legales.
Satanás tratará de arruinar tu paz recordándote tu pecaminosidad e imperfecciones: solo puedes rechazar sus acusaciones al adherirte fielmente al evangelio y rehusar usar el yugo de la esclavitud, sino vivir en la libertad que el Espíritu Santo te da. ¡Sé libre en Cristo Jesús por medio de su Espíritu Santo!
martes, 19 de diciembre de 2017
LUCES
Filipenses 2:15
"Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo."
Usamos luces para alumbrar. Un hombre cristiano debería brillar en su vida, debería saber que sin la lámpara de la palabra de Dios, su vida estaría oscura. Su conversación debería ser tal que todos los que están a su alrededor deberían percibir claramente de quién es y a quién sirve; y debería ver la imagen de Jesús reflejada en sus acciones diarias.
Las luces son para guía. Debemos ayudar a los que nos rodean que están en la oscuridad. Debemos brindarles la Palabra de vida. Debemos señalar a los pecadores al Salvador y los cansados a un lugar de descanso divino. Los hombres a veces leen sus Biblias y no las comprenden; debemos estar preparados, como Felipe, para instruir al investigador en el significado de la Palabra de Dios, el camino de la salvación y la vida de piedad. Las luces también se usan como advertencia. Los hombres cristianos deben saber que hay muchas luces falsas en todo el mundo, y por lo tanto se necesita la luz correcta. Los saboteadores del diablo siempre están afuera, tentando a los impíos a pecar bajo el nombre de placer; ellos levantan la luz equivocada, y nuestra vida debería servir para poner la verdadera luz sobre cada roca peligrosa, para señalar cada pecado y advertir de sus consecuencias, para que podamos estar limpios de la sangre de todos los hombres, brillando como luces en el mundo.
Las luces también tienen una influencia muy animada, y también lo tienen los cristianos. Un cristiano debe ser consolador, con palabras amables en sus labios y simpatía en su corazón; debería llevar la luz del sol a donde quiera que vaya y difundir la felicidad a su alrededor. Que seamos luces en este mundo frío y gris para alumbrar a los demás. Así sea.
lunes, 18 de diciembre de 2017
MISTERIOS DIVINOS
Job 38:16
"¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar,
Y has andado escudriñando el abismo?"
Algunas cosas en la naturaleza deben seguir siendo un misterio para los investigadores más inteligentes y emprendedores. El conocimiento humano tiene límites más allá del cual no puede pasar. El conocimiento universal es solo para Dios. Si esto es así en las cosas que se ven y son temporales, puedo estar seguro de que lo es aún más en asuntos espirituales y eternos. ¿Por qué, entonces, he estado torturando mi cerebro con especulaciones sobre el destino y la voluntad, el destino fijo y la responsabilidad humana?
Estas verdades profundas y oscuras no puedo comprender más que para descubrir la profundidad que se extiende debajo. ¿Por qué tengo tanta curiosidad por saber el motivo de las providencias de mi Señor, el motivo de sus acciones, el diseño de sus visitas? ¿Alguna vez podré apretar el sol en mi puño y sostener el universo en mi palma? sin embargo, estos son como una gota de un balde en comparación con el Señor mi Dios. Permítanme no esforzarme por comprender el infinito, sino gastar mi fuerza en el amor.
Lo que no puedo ganar con el intelecto lo puedo poseer con afecto, y eso me basta. No puedo penetrar en el corazón del mar, pero puedo disfrutar de las saludables brisas que barren su seno, y puedo navegar sobre sus olas azules con vientos propicios. Si pudiera entrar en los manantiales del mar, la hazaña no serviría para nada ni a mí ni a los demás, ni devolvería al marinero ahogado a su esposa e hijos llorosos; mi resolución de misterios profundos no me servirá de nada, porque el menor amor a Dios y el acto más simple de obediencia a Él son mejores que el conocimiento más profundo.
Mi Señor, te dejo el infinito y te pido que alejes de mí el amor por el árbol del conocimiento que pueda alejarme del árbol de la vida, que tenga tu amor y que pueda amar a los demás es todo lo que pido, en el nombre de Jesús, amén.
domingo, 17 de diciembre de 2017
¡SIGAMOS PERSEVERANDO!
Salmos 120:5
"!!Ay de mí, que moro en Mesec,
Y habito entre las tiendas de Cedar!"
Como cristiano, tienes que vivir en medio de un mundo impío, y de poco sirve llorar "¡Ay de mí!". Jesús no oró para que lo sacaran del mundo, y por lo mismo, no podemos desearlo tampoco. Mejor estar allí en la fuerza del Señor para enfrentar la dificultad, y glorificarlo en ella.
El enemigo está alerta para detectar inconsistencias en tu conducta; por lo tanto, procura vivir en santidad. Recuerda que los ojos de todos están sobre ti, y que se espera más de ti que de otros hombres. Esfuérzate por no dar ocasión a la culpa. Deja que tu bondad sea la única "falla" que puedan descubrir en ti. Como Daniel, oblígalos a decir de ti: "No encontramos ninguna ocasión contra este Daniel, salvo que lo hallamos muy fuerte en relación con la ley de su Dios". Trata de ser útil y consistente.
Quizás pienses: "Si estuviera en una posición más favorable, podría servir a la causa del Señor, pero no puedo hacer ningún bien donde estoy"; pero cuanto peor es la gente entre quienes vives, más necesidad tienen de tus esfuerzos; si están torcidos, es más necesario que los pongas en línea recta; y si son perversos, más necesidad tienes de volver sus orgullosos corazones hacia la verdad. ¿Dónde debería estar el médico sino donde hay muchos enfermos? ¿Dónde se gana el honor el soldado sino en el fuego más ardiente de la batalla? Y cuando estés cansado de la lucha contra el pecado que encuentras en todas partes, considera que todos los santos han soportado la misma prueba. No fueron llevados en camas hasta el cielo, y no debes esperar viajar más fácilmente que ellos. Tuvieron que arriesgar sus vidas hasta la muerte en los lugares altos del campo, y no serán coronados hasta que también hayan soportado la dureza como un buen soldado de Jesucristo.
Por lo tanto, "Permanece firme en la fe, sé fuerte". Fortalezcámonos en Jesucristo, así sea.
sábado, 16 de diciembre de 2017
BALANZAS JUSTAS
Levítico 19:36
"Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto."
Los pesos, las escalas y las medidas debían ser según el estándar de la justicia. Seguramente ningún cristiano tendrá que recordar esto en sus negocios, porque si la justicia fuera desterrada de todo el mundo, debería encontrar un refugio en los corazones creyentes. Sin embargo, existen otros equilibrios que pesan sobre las cosas morales y espirituales, y con frecuencia es necesario examinarlos.
Los balances en los que pesamos nuestros personajes y los de otros hombres son bastante precisos. ¿No convertimos nuestras propias onzas de bondad en libras, y las faenas de excelencia de otras personas en medidas de peso? Observa los pesos y las medidas aquí, seguidor de Cristo. Las escalas en las que medimos nuestras pruebas y problemas, ¿Están de acuerdo con el estándar? Pablo, que tenía más que sufrir que nosotros, llamó a sus aflicciones livianas, y sin embargo, a menudo consideramos que la nuestra es pesada, ¡Seguramente algo debe estar mal con los pesos! Debemos ocuparnos de este asunto, no sea que nos denuncien ante el tribunal superior por un trato injusto. Esos pesos con los que medimos nuestra creencia doctrinal, ¿son bastante justos? Las doctrinas de la gracia deberían tener el mismo peso que los preceptos de La Palabra de Dios, ni más ni menos; pero es de temer que la medida no sea la misma siempre.
¿Acaso medimos con una medida los actos de los demás y con una muy diferente los nuestros? ¿Somos muy duros al juzgar el pecado de otros pero muy tolerantes al tolerar el nuestro? Cuando los pobres son despreciados, mientras que los hombres impíos ricos son admirados, ¿es eso un equilibrio justo?
Lector, podríamos alargar la lista, pero preferimos dejarlo como el trabajo de tu noche para descubrir y meditar en todos los saldos, pesos y medidas de tu vida. ¿Son justas?
viernes, 15 de diciembre de 2017
UN TOQUE DEL MAESTRO
Marcos 1:41
"Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio."
Las tinieblas primitivas escucharon el decreto del Todopoderoso, "Sea la luz", y en seguida fue la luz, y la palabra del Señor Jesús es igual en majestad a la antigua palabra de poder. Tanto la Redención como la Creación tiene su palabra de poder. Jesús habla y está hecho. La lepra no cedió a ningún remedio humano, pero huyó de inmediato al "Yo haré" del Señor.
La enfermedad no mostraba signos esperanzadores o muestras de recuperación, la naturaleza no contribuía en nada a su propia curación, pero Su Palabra sin ayuda efectuó todo el trabajo en el lugar y para siempre. El pecador está en una situación más miserable que el leproso; que él imite su ejemplo y vaya donde Jesús, "rogándole y arrodillándose ante él". Permita que ejerza la poca fe que tiene, aunque no vaya más allá de "Señor, si quieres, puedes limpiarme"; y no debe haber ninguna duda en cuanto al resultado de la aplicación.
Jesús sana a todos los que a él vienen, y no echa a ninguno. Al leer la narración en la que aparece el texto de este día, es digno de atención devota que Jesús tocó al leproso. Esta persona inmunda había roto las regulaciones de la ley ceremonial y presionado en la casa, pero Jesús, lejos de reprocharle, rompió la ley para encontrarse con él. Hizo un intercambio con el leproso, porque mientras lo limpiaba, contrajo con ese toque una impureza levítica. Así también, Jesucristo fue hecho pecado por nosotros, aunque en sí mismo no conoció pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.
Oh, esos pobres pecadores irían a Jesús, creyendo en el poder de su bendita obra sustitutiva, y pronto aprenderían el poder de su toque de gracia. Esa mano que multiplicó los panes, que salvó a Pedro, que sostiene a los santos afligidos, que corona a los creyentes, esa misma mano tocará a todos los pecadores que buscan, y en un momento se limpiarán.
El amor de Jesús es la fuente de la salvación. Él ama, Él mira, Él nos toca, nosotros vivimos.
jueves, 14 de diciembre de 2017
LA RAZÓN DE LAS PRUEBAS
Salmos 11:5
"Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece."
Todos los eventos están bajo el control de Dios; en consecuencia, todas las pruebas de nuestra vida exterior se pueden rastrear de una vez a una gran Primera Causa. Fuera de la puerta de oro de la ordenanza de Dios, los ejércitos de prueba marchan en orden, vestidos con sus armaduras de hierro y armados con armas de guerra. Todas las circunstancias son puertas de prueba. Incluso nuestras misericordias, como las rosas, tienen sus espinas.
Los hombres pueden ahogarse en mares de prosperidad y en ríos de aflicción. Nuestras montañas no son demasiado altas, y nuestros valles no son demasiado bajos para las tentaciones: las pruebas acechan en todos los caminos. En todas partes, arriba y abajo, estamos acosados y rodeados de peligros. Sin embargo, ninguna lluvia cae sin permiso de la amenazante nube; cada gota tiene su orden antes de que se apresure a la tierra. Las pruebas que provienen de Dios se envían para probar y fortalecer nuestras gracias, y así a la vez para ilustrar el poder de la gracia divina, para probar la autenticidad de nuestras virtudes y para aumentar su energía. Nuestro Señor en su sabiduría infinita y amor super abundante, le da un valor tan alto a la fe de su pueblo que Él no los protegerá de esas pruebas por las cuales se fortalece la fe.
Nunca habrías poseído la preciosa fe que ahora te apoya si la prueba de tu fe no hubiera sido como el fuego. Eres un árbol que nunca hubiera enraizado tan bien si el viento no te hubiera sacudido de un lado a otro y te haya hecho asir firmemente sobre las preciosas verdades de la gracia del pacto. La facilidad mundana es un gran enemigo de la fe; afloja las articulaciones del santo valor y rompe los tendones del coraje sagrado. El globo nunca se levanta hasta que las cuerdas se cortan; la aflicción hace este servicio agudo para las almas creyentes.
Mientras que el trigo duerme cómodamente en la cáscara es inútil para el hombre, debe ser trillado fuera de su lugar de descanso antes de que se conozca su valor. Por lo tanto, es bueno que Jehová juzgue a los justos, porque les hace crecer hacia Dios.
miércoles, 13 de diciembre de 2017
EL CORDERO AMADO DE MI ALMA
Cantares 1:7
"Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma,
Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;
Pues ¿por qué había de estar yo como errante
Junto a los rebaños de tus compañeros?"
Es bueno poder, sin ninguna condición al Señor Jesús: "Tú, a quien ama mi alma". Muchos solo pueden decir de Jesús que esperan que lo amen. Nadie debe dar descanso a su espíritu hasta que se sienta seguro de una cuestión de vital importancia. No debemos estar satisfechos con una esperanza superficial de que Jesús nos ama, sino con una confianza absoluta de que lo amamos. Los viejos santos generalmente no hablaban con "peros", sino que hablaban de manera positiva y clara. "Yo sé a quién he creído", dice Pablo. "Sé que mi Redentor vive", dijo Job.
Obtén un conocimiento positivo de tu amor por Jesús, y no te conformes hasta que puedas hablar de tu interés en Él como una realidad, que te has asegurado de haber recibido el testimonio del Espíritu Santo, y su sello sobre tu alma por la fe.
El verdadero amor a Cristo es en todos los casos la obra del Espíritu Santo, y debe ser forjado en el corazón por Él. Él es la causa eficiente de esto; pero la razón lógica por la que amamos a Jesús está en sí mismo. ¿Por qué amamos a Jesús? Porque Él primero nos amó. ¿Por qué amamos a Jesús? Porque Él "se entregó a sí mismo por nosotros". Tenemos vida a través de su muerte; tenemos paz a través de su sangre. Aunque era rico, sin embargo, por nosotros se hizo pobre. ¿Por qué amamos a Jesús?
Su grandeza, bondad y hermosura, en un rayo resplandeciente, se combinan para alegrar al alma hasta que es tan deslumbrante que exclama: "Sí, Él es del todo encantador". Bendito sea este amor, un amor que ata al corazón con cadenas más suaves que la seda, ¡y aún más firmes que inflexibles!
martes, 12 de diciembre de 2017
¿CREERÁS?
Juan 4:48
"Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis."
Un anhelo por las maravillas era un síntoma del estado enfermizo de las mentes de los hombres en el día de nuestro Señor; se negaron a una alimentación sólida, y se sintieron atónitos ante la mera maravilla. El evangelio que tanto necesitaban no lo acogieron; en cambio, los milagros que Jesús no siempre eligió darles exigieron ansiosamente. Muchos hoy en día deben ver señales y maravillas, o no creerán. Algunos han dicho en su corazón: "Debo sentir un profundo horror del alma, o nunca creeré en Jesús".
Pero, ¿qué pasa si nunca vas a "sentirlo"? ¿Irás al infierno por despecho contra Dios, porque Él no te tratará como a otro? Uno se ha dicho a sí mismo: "Si tuviera un sueño, o si pudiera sentir un shock repentino de no sé qué, entonces le creería". Lo único que faltaba, nosotros somos mendigos en su puerta, pidiendo misericordia, y aún así nos ponemos a redactar normas y reglamentos sobre cómo queremos que nos dé esa misericordia. ¿Piensas que Él se someterá a esto?
Mi Maestro es de un espíritu generoso, pero tiene un corazón real correcto, rechaza todo dictado y mantiene su soberanía de acción. ¿Por qué, querido lector, si ese es tu caso, anhelas signos y maravillas? ¿No es el evangelio su propio signo y maravilla? ¿No es esto un milagro de milagros, que "de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda"? Sin duda, esa preciosa palabra: "Cualquiera que quiere, que venga y tome el agua de la vida libremente" y esa solemne promesa: "Aquel que viene a mí, no lo echaré", son mejores que señales y prodigios.
Un verdadero Salvador debe ser creído. Él es la verdad misma. ¿Por qué pedirás pruebas de la veracidad de Aquel que no puede mentir? Los demonios mismos lo declararon como el Hijo de Dios; ¿Desconfiarás de Él?
lunes, 11 de diciembre de 2017
EL MÉDICO
Marcos 1:30
"Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella."
Muy interesante es este pequeño vistazo a la casa del Pescador que se convirtió en apóstol. Vemos de inmediato que las alegrías y las preocupaciones hogareñas no son un obstáculo para el pleno ejercicio del ministerio, más aún que, dado que brindan la oportunidad de presenciar personalmente la obra misericordiosa del Señor sobre la propia carne y sangre, incluso pueden instruir al maestro mejor que ninguna otra disciplina terrenal. Algunas personas pueden condenar el matrimonio, pero el verdadero cristianismo y la vida en el hogar concuerdan muy bien. La casa de Pedro probablemente era una pobre choza de pescadores, pero el Señor de la Gloria entró en ella, se alojó en ella y realizó un milagro en ella.
Si nuestra pequeña reflexión se lee este día en una cabaña muy humilde, es porque Dios entra en donde a veces nadie quiere entrar. Dios está más a menudo en pequeñas chozas que en palacios ricos. Jesús está mirando alrededor de tu habitación ahora, y está esperando ser amable contigo. En la casa de Simón había entrado la enfermedad, la fiebre en una forma mortal había postrado a su suegra, y tan pronto como Jesús vino, le contaron la triste aflicción y se apresuró a ir a la cama del paciente. ¿Tienes alguna enfermedad en la casa esta mañana? Descubre que Jesús es el mejor médico, acéptalo de inmediato y cuéntale todo sobre el asunto.
Inmediatamente coloca tu caso ante Él. Se trata de uno de sus hijos, y por lo tanto no será algo trivial para Él. Obsérva que al instante el Salvador restauró a la mujer enferma; ninguno puede sanar como lo hace. Es posible que no nos aseguremos de que el Señor quite de inmediato todas las enfermedades de quienes amamos, pero podemos saber que es mucho más probable que la oración de fe para los enfermos sea seguida por la restauración que cualquier otra cosa en el mundo; y donde esto no sirve, debemos inclinarnos dócilmente a su voluntad por quien la vida y la muerte están determinadas.
El corazón tierno de Jesús espera escuchar nuestras penas, vamos a ponerlas entonces en su oído paciente.
domingo, 10 de diciembre de 2017
NUESTRO REFUGIO
Salmos 62:8
"Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio."
La fe aplica tanto a nivel terrenal como a lo espiritual; debemos tener fe en Dios para nuestros asuntos terrenales así como también para nuestra esperanza celestial. Solo cuando aprendamos a confiar en Dios para el suministro de todas nuestras necesidades diarias, viviremos por encima del mundo. No debemos estar ociosos, eso mostraría que no confiamos en Dios, que trabaja hasta ahora, sino en el diablo, que es el padre de la ociosidad. No debemos ser imprudentes o precipitados; no confiar en el azar en vez del Dios viviente, que es un Dios de economía y orden. Actuando con toda prudencia y rectitud, debemos confiar simple y completamente en el Señor en todo momento.
Permíteme recomendarte una vida de confianza en Dios en todo, incluso en las cosas temporales. Confiando en Dios, no te verás obligado a llorar porque has usado los medios pecaminosos para hacerte rico. Sirve a Dios con integridad, y si no tienes éxito, al menos no habrás pecado. Confiando en Dios, no serás culpable de autocontradicción. El que confía en sus propias habilidades, navega de una manera hoy, y de otra manera a la siguiente, como un barco sacudido por el viento voluble; pero el que confía en el Señor es como un bote impulsado por el vapor, atraviesa las olas, desafía el viento y hace una brillante senda plateada y directa hacia su refugio destinado.
Sé tú un hombre o mujer con principios vivos dentro; nunca cedas ante las diferentes costumbres de la sabiduría mundana. Camina en integridad con pasos firmes, y demuestra que eres invenciblemente fuerte en la fuerza que solo la confianza en Dios puede conferir. Así serás liberado del cuidado ansioso, no estarás preocupado con las malas nuevas, tu corazón será reparado, confiando en el Señor. ¡Qué agradable flotar a lo largo de la corriente de la providencia!
No hay una forma de vida más bendita que una vida de dependencia de un Dios que guarda el pacto. No tenemos preocupaciones, porque Él nos cuida; no tenemos aflicciones, porque dejamos nuestras cargas sobre el Señor. ¡Así sea!
sábado, 9 de diciembre de 2017
NOS GUÍA
Salmos 73:24
"Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria."
El salmista sintió su necesidad de guía divina. Acababa de descubrir la insensatez de su propio corazón, y para evitar que se desviara constantemente, resolvió que el consejo de Dios lo guiaría en adelante. El sentido de nuestra propia locura es un gran paso para ser sabio, cuando nos lleva a confiar en la sabiduría del Señor. El ciego se apoya en el brazo de su amigo y llega a casa sano y salvo, y nosotros nos entregaremos implícitamente a la guía divina, sin dudarlo; David aseguró que aunque no podemos ver, siempre es seguro confiar en el Dios que todo lo ve.
"Tú harás", es una bendita expresión de confianza. Estaba seguro de que el Señor no rechazaría la tarea condescendiente. Hay una palabra para ti, oh creyente; Descansa en ella. Ten por seguro que tu Dios será tu consejero y amigo; Él te guiará; Él dirigirá todos tus caminos. En su Palabra escrita tienes esta seguridad en parte cumplida, porque la Sagrada Escritura es su consejo para ti. ¡Dichosos que tenemos la Palabra de Dios siempre para guiarnos! ¿Qué sería del marinero sin su brújula? ¿Y qué sería del cristiano sin la Biblia? Esta es la tabla infalible, el mapa en el que se describe cada banco de arena, y todos los canales desde las arenas movedizas de la destrucción hasta el refugio de la salvación mapeado y marcado por alguien que sabe todo el camino.
¡Bendito seas, oh Dios, para que podamos confiar en ti para que nos guíes ahora y guiarnos hasta el fin! Después de esta guía a través de la vida, el salmista anticipa por fin una recepción divina: "y después, llévame a la gloria". ¡Qué pensamiento para ti, creyente! Dios mismo te recibirá a la gloria - ¡tú! Vagando, errando, descarriado, ¡Sin embargo, Él te llevará finalmente a la gloria!
Esta es tu porción; vive para Él este día, y si las circunstancias de la vida te agobian, ve con la fuerza de este texto directo al trono. Él te guiará.
viernes, 8 de diciembre de 2017
EN LA LUZ
1 Juan 1:7
"Pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado."
¡Como Él está en la luz! ¿Podemos llegar a esto? ¿Alguna vez podremos caminar tan claramente en la luz como a quien llamamos "Padre nuestro", de quien está escrito: "Dios es luz, y en Él no hay tinieblas en absoluto"? Ciertamente, este es el modelo que se nos presenta, porque el mismo Salvador dijo: "Sed perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto". y aunque podamos sentir que nunca podremos acercanos siquiera a la perfección de Dios, aún debemos buscarla y nunca estar satisfechos hasta que la alcancemos.
El joven artista, cuando agarra su primer lápiz, difícilmente puede esperar igualar a Rafael o Miguel Ángel, pero aun así, si no tuviera un noble ideal en su mente, solo alcanzaría algo muy malo y ordinario. Pero, ¿qué se entiende por la expresión de que el cristiano debe caminar en la luz como Dios está en la luz? Concebimos que importa similitud, pero no grado. Estamos tan verdaderamente en la luz aunque no podemos estar allí en la misma medida. No puedo morar en el sol, es un lugar demasiado brillante para mi residencia, pero puedo caminar a la luz del sol; y así, aunque no puedo alcanzar esa perfección de pureza y verdad que pertenece al Señor de los ejércitos por naturaleza como lo infinitamente bueno, sin embargo, puedo poner al Señor siempre delante de mí y luchar, con la ayuda del Espíritu que mora en mí, y de conformidad con su imagen.
El famoso comentarista bíblico, John Trapp, dice: "Podemos estar en la luz como Dios está en la luz por la calidad, pero no por la igualdad". Tenemos la misma verdad para ver la luz, pero en cuanto a la igualdad con Dios en su santidad y pureza, eso debe dejarse hasta que crucemos el Jordán y entremos en la perfección. ¡Ojalá estemos listos!
jueves, 7 de diciembre de 2017
NUESTRA ESPERANZA
Isaías 51:5
"Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza."
En épocas de severas pruebas, el cristiano no tiene nada en la tierra en lo que pueda confiar y, por lo tanto, se ve obligado a arrojarse solamente sobre su Dios. Cuando su nave está en medio de tormentas, y ninguna liberación humana puede hacer uso de ella, debe simplemente y completamente confiar en la providencia y el cuidado de Dios. ¡Feliz tormenta que hace naufragar a un hombre en una roca como esta! ¡Oh bendito huracán que conduce el alma a Dios y solo a Dios!
A veces no se llega a nuestro Dios debido a la multitud de nuestros amigos; pero cuando un hombre es tan pobre, tan carente de amigos, tan indefenso que no tiene otro lugar adonde ir, ¡vuela a los brazos de su Padre, y está bendecido en Él! Cuando está agobiado por problemas tan apremiantes y tan peculiares, que no puede decirles a nadie más que a su Dios, puede estar agradecido por ellos; porque él aprenderá más de su Señor entonces que en cualquier otro momento.
Oh, creyente sacudido por la tempestad, ¡tu problema sólo es un camino que te conduce a tu Padre! Ahora que tienes solo a tu Dios para confiar, haz que pongas toda tu confianza en Él. No deshonres a tu Señor y Amo con dudas y temores indignos; sino esfuérzate en la fe, glorificando a Dios. Muestra al mundo que tu Dios vale diez mil mundos para ti. Muestra a los ricos cuán rico eres en tu pobreza cuando el Señor Dios es tu ayudador. Muestra al hombre fuerte cuán fuerte eres en tu debilidad cuando debajo de ti están los brazos eternos.
Ahora es el momento de las proezas de fe y las hazañas valientes. Sé fuerte y muy valiente, y ciertamente el Señor tu Dios, tan ciertamente como edificó los cielos y la tierra, se glorificará en tu debilidad y magnificará su poder en medio de tu angustia. La grandeza del arco del cielo se vería arruinada si el cielo estuviera sostenido por una sola columna visible, y tu fe perdería su gloria si descansara en algo discernible por el ojo carnal.
Que el Espíritu Santo te dé descanso en Jesús este día y para siempre. ¡Así sea!
miércoles, 6 de diciembre de 2017
¡SÁNAME!
Jeremías 17:14
"Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza."
Es la única prerrogativa de Dios eliminar la enfermedad espiritual. La enfermedad natural puede ser sanada instrumentalmente por los hombres, pero aun así el honor debe darse a Dios que da virtud a la medicina, y otorga poder al cuerpo humano para desechar la enfermedad.
En cuanto a las enfermedades espirituales, estas permanecen solo hasta que llega el gran Médico; Él las reclama como su prerrogativa, "Yo mato y vivo, hiero y curo"; y uno de los títulos de elección del Señor es Jehová-Rapha, el Señor que te cura. "Te sanaré de tus llagas", es una promesa que no podría provenir del labio del hombre, sino solo de la boca del Dios eterno. En esta cuenta, el salmista clamó al Señor: "Oh Señor, sáname, porque mis huesos están muy irritados", y nuevamente, "Sana mi alma, porque he pecado contra ti".
"Él cura todas nuestras enfermedades" dijo el profeta. El que hizo al hombre puede restaurar al hombre; el que fue al principio el creador de nuestra naturaleza puede crearla de nuevo. ¡Qué consuelo trascendental es que en la persona de Jesús "mora toda la plenitud de la Deidad corporal"! Mi alma, cualquiera que sea tu enfermedad, este gran Médico puede sanarte. Si él es Dios, no puede haber ningún límite a su poder. Ven entonces con la vista gorda de la comprensión oscurecida, ven con el pie cojo de la energía desperdiciada, ven con la mano lisiada de la fe débil, la fiebre de un genio airado, o la fiebre del estremecimiento abatido, ven tal como eres, porque Él, que es Dios ciertamente puede restaurarte de tu enfermedad espiritual.
Nadie debe restringir la virtud curativa que procede de Jesús nuestro Señor. Legiones de demonios se han hecho dueños del poder del amado Médico, y nunca Él se ha sentido desconcertado. Todos sus pacientes han sido curados en el pasado y lo serán en el futuro, y tú serás uno entre ellos, amigo mío, si quieres descansar en Él esta noche. Así sea.
martes, 5 de diciembre de 2017
ESPERAR EN ÉL
Salmos 27:14
"Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová."
Puede parecer algo fácil el esperar, pero es una de las posturas que un soldado cristiano aprende no sin años de enseñanza. Marchar y marcharse rápido son mucho más fáciles para los guerreros de Dios que quedarse quietos. Hay horas de perplejidad cuando el espíritu más dispuesto, ansioso por servir al Señor, no sabe qué parte tomar. Entonces, ¿qué hará? Hay veces que no debemos avanzar, ni retroceder. No, sólo esperar.
Espera en la oración. Invoca a Dios y extiende el caso ante Él; cuéntale tu dificultad y defiende su promesa de ayuda. En los dilemas entre un deber y otro, es dulce ser humilde como un niño, y esperar con sencillez de alma sobre el Señor. Pero espera con fe, expresa tu confianza indescriptible en Él; porque la espera infiel y desconfiada no es más que un insulto al Señor. Cree que si te mantiene esperando incluso hasta la medianoche, sin embargo, Él vendrá en el momento correcto; la visión vendrá y no se demorará.
Espera en calmada paciencia, no rebelándote porque estás bajo la aflicción, sino bendiciendo a tu Dios por ello. Nunca murmures contra la causa, como los hijos de Israel hicieron contra Moisés; nunca desearás poder volver al mundo otra vez, sino aceptar el caso tal como es, y ponerlo tal como está, simplemente y con todo tu corazón, diciendo:
"Ahora, Señor, no se haga mi voluntad, sino la tuya. No sé qué hacer, me conducen al extremo, pero esperaré hasta que rompas las inundaciones o rechaces a mis enemigos. Voy a esperar, porque mi corazón está solo sobre ti, oh Dios, y mi espíritu te espera con la plena convicción de que aún serás mi alegría y mi salvación, mi refugio y mi fuerte torre".
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