martes, 19 de diciembre de 2017

LUCES



Filipenses 2:15
"Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo."


Usamos luces para alumbrar. Un hombre cristiano debería brillar en su vida, debería saber que sin la lámpara de la palabra de Dios, su vida estaría oscura. Su conversación debería ser tal que todos los que están a su alrededor deberían percibir claramente de quién es y a quién sirve; y debería ver la imagen de Jesús reflejada en sus acciones diarias. 


Las luces son para guía. Debemos ayudar a los que nos rodean que están en la oscuridad. Debemos brindarles la Palabra de vida. Debemos señalar a los pecadores al Salvador y los cansados ​​a un lugar de descanso divino. Los hombres a veces leen sus Biblias y no las comprenden; debemos estar preparados, como Felipe, para instruir al investigador en el significado de la Palabra de Dios, el camino de la salvación y la vida de piedad. Las luces también se usan como advertencia. Los hombres cristianos deben saber que hay muchas luces falsas en todo el mundo, y por lo tanto se necesita la luz correcta. Los saboteadores del diablo siempre están afuera, tentando a los impíos a pecar bajo el nombre de placer; ellos levantan la luz equivocada, y nuestra vida debería servir para poner la verdadera luz sobre cada roca peligrosa, para señalar cada pecado y advertir de sus consecuencias, para que podamos estar limpios de la sangre de todos los hombres, brillando como luces en el mundo. 

Las luces también tienen una influencia muy animada, y también lo tienen los cristianos. Un cristiano debe ser consolador, con palabras amables en sus labios y simpatía en su corazón; debería llevar la luz del sol a donde quiera que vaya y difundir la felicidad a su alrededor. Que seamos luces en este mundo frío y gris para alumbrar a los demás. Así sea.

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