sábado, 30 de diciembre de 2017

DERROTANDO A LOS LOBOS NOCTURNOS



Habacuc 1:8
"Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar."


El "lobo nocturno", enfurecido por un día de hambre, es más feroz y más voraz de lo que hubiera sido por la mañana. ¿No es posible que la furiosa criatura represente nuestras dudas y temores después de un día de distracción mental, pérdidas en los negocios y quizás burlas poco generosas de nuestros semejantes? Es posible que se presente por medio de nuestros pensamientos que aúllan en nuestros oídos, "¿Dónde está ahora tu Dios?" Qué voraces y codiciosos son, tragando todas las sugerencias de consuelo y permaneciendo tan hambrientos como antes. 


Gran Pastor, mata a estos lobos nocturnos, y haz que tus ovejas se acuesten en verdes pastos, sin ser molestados por la insaciable incredulidad. ¡Cuán semejantes son los demonios del infierno a los lobos nocturnos, porque cuando el rebaño de Cristo se encuentra en un día nublado y oscuro, y su sol parece estar descendiendo, se apresuran a rasgar y devorar! Apenas atacarán al cristiano a la luz del día de la fe, pero en la penumbra del conflicto del alma caerán sobre él. ¡Oh, tú que has entregado tu vida por las ovejas, presérvalas de los colmillos del lobo!

Los falsos maestros que con astucia e industriosamente buscan la vida preciosa, devorando a los hombres con sus capuchas falsas, son tan peligrosos y detestables como los lobos nocturnos. La oscuridad es su elemento, el engaño es su carácter, la destrucción es su fin. Estamos en mayor peligro de ellos cuando usan la piel de oveja. Bienaventurado el que está apartado de ellos, porque miles son hechos presa de lobos rapaces que entran dentro del redil de la iglesia.


¡Qué maravilla de gracia es cuando los perseguidores feroces se convierten, porque entonces el lobo mora con el cordero, y los hombres de cruel disposición ingobernable se vuelven amables y enseñables. Oh Señor, convierte a muchos de esos: por ellos oramos este día.

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