martes, 5 de diciembre de 2017

ESPERAR EN ÉL


Salmos 27:14
"Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová."

 
Puede parecer algo fácil el esperar, pero es una de las posturas que un soldado cristiano aprende no sin años de enseñanza. Marchar y marcharse rápido son mucho más fáciles para los guerreros de Dios que quedarse quietos. Hay horas de perplejidad cuando el espíritu más dispuesto, ansioso por servir al Señor, no sabe qué parte tomar. Entonces, ¿qué hará? Hay veces que no debemos avanzar, ni retroceder. No, sólo esperar. 


Espera en la oración. Invoca a Dios y extiende el caso ante Él; cuéntale tu dificultad y defiende su promesa de ayuda. En los dilemas entre un deber y otro, es dulce ser humilde como un niño, y esperar con sencillez de alma sobre el Señor. Pero espera con fe, expresa tu confianza indescriptible en Él; porque la espera infiel y desconfiada no es más que un insulto al Señor. Cree que si te mantiene esperando incluso hasta la medianoche, sin embargo, Él vendrá en el momento correcto; la visión vendrá y no se demorará. 

Espera en calmada paciencia, no rebelándote porque estás bajo la aflicción, sino bendiciendo a tu Dios por ello. Nunca murmures contra la causa, como los hijos de Israel hicieron contra Moisés; nunca desearás poder volver al mundo otra vez, sino aceptar el caso tal como es, y ponerlo tal como está, simplemente y con todo tu corazón, diciendo: 

"Ahora, Señor, no se haga mi voluntad, sino la tuya. No sé qué hacer, me conducen al extremo, pero esperaré hasta que rompas las inundaciones o rechaces a mis enemigos. Voy a esperar, porque mi corazón está solo sobre ti, oh Dios, y mi espíritu te espera con la plena convicción de que aún serás mi alegría y mi salvación, mi refugio y mi fuerte torre".

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