Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 28 de diciembre de 2017
CERCA DE CRISTO
Apocalipsis 4:4
"Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas."
Se dice que estos representantes de los santos en el cielo están alrededor del trono. En el pasaje de Cantares, donde Salomón canta al Rey sentado a su mesa, algunos lo convierten en "una mesa redonda". A partir de esto, algunos expositores, creo, sin forzar el texto, han dicho: "Hay una igualdad entre los santos". Esa idea es transmitida por la cercanía equitativa de los veinticuatro ancianos.
La condición de los espíritus glorificados en el cielo es la cercanía a Cristo, la visión clara de su gloria, el acceso constante a su corte y el compañerismo familiar con su persona: no hay ninguna diferencia a este respecto entre un santo y otro, pero todos los personas de Dios, apóstoles, mártires, ministros o cristianos privados y oscuros, todos se sentarán cerca del trono, donde mirarán por siempre a su Señor exaltado, y estarán satisfechos con su amor.
Todos estarán cerca de Cristo, todos cautivados por su amor, todos comiendo y bebiendo en la misma mesa que Él, todos amados como sus favoritos y amigos, aunque no todos sean igualmente recompensados como sirvientes.
Deja que los creyentes en la tierra imiten a los santos en el cielo en su cercanía a Cristo. Queremos en la tierra ser como los ancianos están en el cielo, sentados alrededor del trono. Que Cristo sea el objeto de nuestros pensamientos, el centro de nuestras vidas. ¿Cómo podemos soportar vivir a tanta distancia de nuestro Amado?
Señor Jesús, llévanos más cerca de ti. Permítenos cantar: "Su mano izquierda está debajo de mi cabeza, y su diestra me abraza". Oh, levántame más alto, más cerca de ti, y cuando me eleve y más puro me encuentre, deja que la humildad de mi alma me haga descansar más bajo tus pies. Menos confianza en mi mismo, más quiero probar la bendita comodidad de tu amor.
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