Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 2 de mayo de 2016
AMAR A DIOS
Marcos 12:30-31
"Y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza.” El segundo es éste: “Amaras a tu projimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento mayor que éstos."
A menudo nos sorprende cuando los conceptos más simples resultan ser las más profundos. Sin embargo, esto sucede frecuentemente. Tomemos por ejemplo el amor. Es tan simple, pero que desafía una definición simple. Si alguna vez hubo un tema que se podría calificar como el más pensado, escrito, hablado, cantado, es sin duda el amor.
En su respuesta al escriba, Jesús reúne dos pasajes bien conocidos del Antiguo Testamento. Uno se refiere a nuestro amor a Dios; Por otro nuestro amor por el prójimo. La clave se encuentra en el versículo 30: "Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas." Aquí es donde empezamos. Sin un amor a Dios, nunca vamos a pasar a amar a nuestro prójimo. Lo mismo puede decirse de la iglesia. Una iglesia puede ser grande y poderosa, doctrinalmente pura y trabajadora, pero cuando una iglesia pierde su primer amor, todo lo demás no cuenta para nada.
Sin una relación de amor con Dios, todo lo que nosotros hacemos no tiene sentido. Sin una relación de amor con Dios, nos falta la motivación y la pasión para hacer su obra. Hay una necesidad desesperada hoy de una relación verdadera e intensa con Dios. Hay que vivirla. Debemos comprometer nuestras vidas a Él. Debemos someter todo lo que somos a Su voluntad. Oremos para que el amor de Dios impregne todo lo que hacemos dentro y fuera de la iglesia.
"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas."
Analicemos las cosas que estamos haciendo en la actualidad. ¿Cuántos están motivadas por nuestro amor a Dios y cuántos están motivadas por el amor a nosotros mismos? Oremos para que Dios cambie eso. Que todo sea motivado por nuestro amor a Dios.
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