Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 12 de mayo de 2016
¡LO HIZO!
Marcos 15:38
"Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo."
Las cruces están en todas partes: cruces en tumbas improvisadas, grandes cruces en lo alto de las iglesias y escuelas, cruces delicadas que cuelgan de los teléfonos móviles, hermosas cruces de oro y plata en las orejas y alrededor de los cuellos.
La crucifixión es una de las formas más crueles, más humillantes y dolorosas de castigo. Jesús, plenamente Dios, soltó su gloria celestial, vino a la tierra y se hizo plenamente hombre para salvarnos. Jesús despreció la vergüenza y sufrió la cruz hasta el punto de la muerte. Las mentes humanas no pueden comprender realmente la agonía que el Señor tuvo que pasar en nuestro lugar. La película 'La Pasión de Cristo' sólo podía representar algo de eso y para muchos de nosotros fue demasiado. Es sólo a causa de la cruz de Jesús que es ahora un símbolo de amor eterno de Dios, infalible.
"Padre, ¿dónde está el cordero para el holocausto?" Isaac preguntó a Abraham cuando subieron hasta la montaña. Abraham, en la fe, le dijo a su hijo que Dios mismo lo proporcionaría (Génesis 22: 13-15). De hecho Dios Todopoderoso salvó Abraham, pero no a sí mismo, el dolor de sacrificar a su único hijo. Jesús exclamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" En sus últimas horas. El Dios santo y justo tenía que voltear su rostro de su amado Hijo, el Cordero de Dios, porque el Hijo llevaba los pecados del mundo. Jesús experimentó lo que era la separación de Dios. ¡Él pasó por el infierno para que nosotros no tengamos que hacerlo!
Apreciemos al Salvador que murió en la cruz y démosle nuestra alma, nuestra vida, nuestro todo. Vamos a compartir el mensaje de Su muerte y resurrección con amigos y familiares.
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