¡ÉL VIVE!

Marcos 16:6
"Pero él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron."

Las mujeres que habían estado con Jesús, se levantaron muy temprano para ir a ungir su cuerpo. Se fueron, en la fe, a pesar de que previeron un enorme obstáculo: una gran piedra que cerraba la tumba. Se les apareció un ángel que les dijo que iban en una dirección diferente, lejos de la muerte, la desesperación y la desesperanza y que corrieran con el mensaje de vida y esperanza a los discípulos. También se les dijo que Jesús estaría esperando por ellos. Muchos hemos experimentado cómo nuestra vida dio vuelta porque nos hemos encontrado con el Cristo resucitado. Estábamos entre todos los pecadores que se dirigían a la condenación eterna, pero Jesús nos ha salvado y nos ha dado la vida eterna. Estábamos perdidos, pero ahora fuimos encontramos.

Todos estamos ahora en un maratón, un examen de toda la vida de nuestra fe. Nuestra pasión por Cristo nos mantendrá con energía, capaz de perseverar y soportar los dolores y luchas a lo largo del camino. Compartir nuestra fe nos permite aferrarnos a ella con mayor firmeza. Manténte alerta y resiste las distracciones del mundo, o del maligno. Perdona y olvida lo que hay detrás y sigue buscando hacia adelante, puestos los ojos en Jesús. Corre como para obtener el premio, la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman (Santiago 1:12).

Haz de las frases 'terminar la carrera y mantener la fe' tu lema de vida.

Oremos también por miembros de la familia que no han creído y amigos que no han tenido un encuentro personal con Jesús.