Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 10 de mayo de 2016
CONFIANZA TOTAL EN DIOS
Marcos 15:5
"Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado."
Jesús se quedó en silencio delante de sus acusadores porque tenían la intención de encontrarlo culpable incluso de cosas que no había cometido. Para cumplir las Escrituras, Él no dijo una palabra en su propia defensa. Aunque sufrió emocionalmente y físicamente, no respondía ni amenazaba con vengarse. Estaba dispuesto a morir una muerte vergonzosa en la cruz, por la alegría que Él sabía que iba a ocasionar después (Hebreos 12:2). Dejó su caso en las manos de Dios, que siempre juzga con justicia.
Jesús sufrió por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigamos sus pisadas (1 Pedro 2: 21-23). Cuando sufrimos por hacer el bien, hemos de hacerle frente, como nuestro Señor, con la confianza de que Dios está en control del futuro. Dios se complace con nosotros cuando, por su causa, soportamos pacientemente el trato injusto. Debemos estar alegres cuando somos perseguidos por ser o hacer lo correcto, porque estas pruebas desarrollarán fe perseverante, carácter probado y esperanza madura (Santiago 1:2-4).
Dios no ha terminado con nosotros todavía. Por lo tanto, si en situaciones complicadas, nos enojamos o agitamos, tenemos que tratar con nuestro corazón antes de que termine el día, permitiendo así que ninguna raíz de amargura crezca. ¿Y qué si se nos injuria? Perdonemos como el Señor nos perdonó, entonces podemos amar y orar por los que nos persiguen como el Señor Jesucristo hizo en la cruz.
Deja que Dios sea el juez.
¿Qué haría Jesús en mi lugar? ¿Estoy reaccionando como Él lo haría?
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