Levítico 26:12
"Andaré entre vosotros y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo."
Nuestro Dios es un maestro de la exhortación. Prometió ricas bendiciones para Israel si obedecía sus órdenes. Las bendiciones, la riqueza (buenas cosechas), la paz, la dignidad y la seguridad serían dadas sin medida si el pueblo le amaba y obedecía. La última bendición para los hijos de Israel, sin embargo, fue que Dios andaría entre ellos como su Dios. Esto formó la base de todas las demás bendiciones.
Luego vino la advertencia. La desobediencia atraería una larga lista de maldiciones, se describen en detalle. El objetivo de la pena era la disciplina. El hebreo de "dispersión" (v 33) significa literalmente 'aventar'. El exilio separaría a los malos (paja) del remanente, que podía ser restaurado después del arrepentimiento.
El concepto de la bendición y el castigo sigue siendo válido para los cristianos. Dios promete proporcionar pan cada día, si le obedecemos. Si somos desobedientes, nos disciplina como un Padre amante. Sin embargo, muchos cristianos justos ven muchas dificultades y persecución en esta vida. No olvidemos las palabras del Señor Jesús:
Mateo 6:33: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Renovemos nuestro pacto con Dios. Demos gracias por sus bendiciones y sometámonos a su disciplina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario