martes, 18 de julio de 2017

EL MÁS HERMOSO




Salmos 45:2
"Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre."


La persona entera de Jesús es una joya perfecta, y su vida no es más que una impresión del sello que deja esa joya. Está completamente perfecto. No sólo en sus varias partes, sino como un todo glorioso. Su carácter no es una masa de colores claros mezclados confusamente, ni un montón de piedras preciosas colocadas descuidadamente una sobre otra. Es un cuadro de belleza y una coraza de gloria. En Él, todas las "cosas de buena reputación" están en sus lugares apropiados, y ayudan a adornarse el uno al otro. Ninguna característica de su gloriosa persona atrae la atención a costa de los demás... Pero Él es perfectamente y completamente encantador.



¡Oh Jesús! Tu poder, tu gracia, tu justicia, tu ternura, tu verdad, tu majestad y tu inmutabilidad constituyen tal hombre, o más bien un Dios-hombre, como ni el cielo ni la tierra han visto nunca. Tu infancia, tu eternidad, tus sufrimientos, tus triunfos, tu muerte y tu inmortalidad están todos tejidos en un hermoso tapiz, sin costuras ni divisiones. Tú eres música sin discordia. Tú eres muchos, y sin embargo no estás dividido. Tú eres todas las cosas, pero no diversas. Como todos los colores se funden en un arco iris resplandeciente, todas las glorias del cielo y de la tierra se encuentran en ti y se unen tan maravillosamente, que no hay nadie como tú en todas las cosas. 


No, si todas las virtudes de los más excelentes estuvieran unidas en un solo haz, no podrían rivalizar contigo, espejo de toda perfección. Tú has sido ungido con el aceite santo de mirra, y en cuanto a tu fragancia, es como el perfume sagrado, semejante al que ningún otro puede hacer, ni siquiera con el arte del boticario. Cada especia es fragante, pero la tuya es divina.

Mi Dios, mi melodía, mi Señor, mi Cristo, mi Salvador. ¡Eres el más hermoso de los hijos de los hombres!

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