domingo, 2 de julio de 2017

AGUA DE LA VIDA




Apocalipsis 22:17
"Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente."


Jesús dice: "tomad libremente". No quiere pago ni condición. No busca ninguna recomendación de nuestras emociones virtuosas. Si no tienes buenos sentimientos pero estás dispuesto a hacerlo, estás invitado. Ven tal como eres, y toma "libremente", sin dinero y sin precio. Él se entrega a los necesitados. Las fuentes de agua potable en las esquinas de nuestras calles son instituciones valiosas... Y apenas podemos imaginar a alguien tan tonto como para gritar: "No puedo beber porque no tengo dinero en mi bolsillo". Por muy pobre que sea el hombre, allí está la fuente, y así como está, él puede beber de ella. 


Los pasajeros sedientos, mientras pasan, no buscan ninguna autorización para beber. Su ser allí es su autorización para tomar su agua libremente. La benevolencia de algunos buenos amigos ha puesto el líquido refrescante allí y lo tomamos, y no hacemos preguntas. Tal vez las únicas personas que no lo hacen son aquellas que aunque van sedientos a través de la calle donde hay un bebedero, no pueden pensar en ser tan vulgares como para salir a beber lo que todos beben. Piensan que eso los degradaría a beber en una fuente común... 

¡Oh, cuántos son los que son ricos en sus propias buenas obras y por lo tanto no pueden venir a Cristo! ¿No hay camino para la gloria sino el camino que condujo al ladrón allí? No seré salvo de esa manera. "Yo soy bueno". Tales orgullosos jactanciosos van a hacer que la persona permanezca sin el agua viva... Pero la verdad bíblica es que "Quien quiera, que tome EL AGUA DE LA VIDA LIBREMENTE".

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