jueves, 6 de julio de 2017

RISAS




Génesis 21:6
"Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo."


Estaba muy por encima del poder de la naturaleza, e incluso en contra de sus leyes, que la anciana Sara debía ser honrada con un hijo. Y aún así está más allá de todas las reglas ordinarias que yo, un pecador pobre, indefenso y deshecho, debo encontrar gracia para soportar mi alma en el Espíritu que mora en el Señor Jesús. 


Yo, que una vez me alejé de Dios, cuando mi naturaleza estaba seca y estéril, y maldita como un desierto salvaje, hasta he sido hecho para dar fruto de santidad. Bueno, que mi boca se llene de risa gozosa, por la gracia singular y sorprendente que he recibido del Señor, porque he encontrado a Jesús, la semilla prometida, y Él es mío para siempre. Este día levantaré salmos de triunfo al Señor que se ha acordado de mi bajeza, porque "mi corazón se regocija en el Señor, mi poderío se exalta en el Señor, mi boca se agranda sobre mis enemigos, porque me gozo en Su salvación."


Yo haría que todos aquellos que oyeran de mi gran liberación del infierno, y mi bendita visita desde lo alto que rieran de alegría conmigo. Edificaría a la Iglesia con mis agradecidas confesiones... El Señor Jesús es un mar profundo de gozo: mi alma se sumergirá en Él, será absorbida por los placeres de su presencia. 


Sara miró a su Isaac, y rió con exceso de éxtasis, y todos sus amigos se rieron con ella. Y tú, mi alma, mira a tu Jesús, y haz que el cielo y la tierra se unan en tu gozo indecible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario