lunes, 3 de julio de 2017

UN EQUILIBRIO NECESARIO



Proverbios 30:8
"Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario;"


Aquí tenemos dos grandes lecciones: qué mantener y qué desechar. El estado más feliz de un cristiano es el estado donde hay contentamiento. Ningún cristiano goza de consuelo cuando sus ojos están fijos en la vanidad; no encuentra satisfacción a menos que su alma sea vivificada en los caminos de Dios. 


Los cristianos deben buscar sus delicias en una esfera más alta que las frivolidades insípidas o los placeres pecaminosos del mundo. Las persecuciones vanas son peligrosas para las almas renovadas. Hemos oído hablar de un filósofo que, mientras miraba hacia las estrellas, cayó en un pozo... Pero cuán profundamente caen quienes miran hacia abajo. Su caída es fatal. Ningún cristiano está seguro cuando su alma es perezosa, y su Dios está lejos de él. Todo cristiano está siempre seguro siempre y cuando tenga a su posición y su identidad en Cristo. 

Es cuando el cristiano se aparta de su Dios, cuando se vuelve espiritualmente muerto de hambre, y el enemigo de las almas se aproveche de esa situación para dejar a un hombre en la ruina espiritual. A veces la pobreza o la riqueza nos apartan de Dios, porque no tenemos raíces profundas, por eso agradezcamos a Él en todo tiempo. Seamos felices y aprendamos a tener contentamiento con lo que tenemos ahora. Así sea.

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