Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 6 de octubre de 2017
DIOS EN TI
Juan 17:23
"Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado."
Si tal es la unión que subsiste entre nuestras almas y la persona de nuestro Señor, ¡cuán profundo y amplio es el canal de nuestra comunión! No es una tubería estrecha a través de la cual pueda fluir una corriente esporádica, sino un canal de increíble profundidad y anchura, a lo largo de cuya gloriosa longitud un volumen pesado de agua viva puede hacer rodar sus inundaciones.
He aquí, Él ha puesto delante de nosotros una puerta abierta, no nos demoremos en entrar. Esta ciudad de comunión tiene muchas puertas perladas, cada puerta es de una sola perla, y cada puerta está abierta al máximo para que podamos entrar, asegurando una bienvenida. Si hubiera una pequeña brecha a través de la cual hablar con Jesús, sería un alto privilegio empujar una palabra de comunión a través de la puerta estrecha; ¡Cuán bendecidos somos al tener una entrada tan grande! Si el Señor Jesús estuviera lejos de nosotros, con muchos mares tempestuosos entre nosotros, debiéramos haber anhelado enviarle un mensajero para que le llevara nuestros amores, y nos trajeran noticias de la casa de su Padre; pero vea su bondad, ha construido su casa contigua a la nuestra, y más aún, lleva alojamiento con nosotros, y tabernáculos en humildes corazones, para que pueda tener relaciones perpetuas con nosotros.
¡Oh, qué tontos debemos ser, si no vivimos en comunión con Él! Cuando el camino es largo, peligroso y difícil, no es de extrañar que los amigos rara vez se conozcan, pero cuando vivan juntos, ¿Jonatán olvidará a su David? ¿Una esposa puede, cuando su marido está en un viaje, permanecer muchos días sin tener conversación con él? ¿Por qué, creyente, nosotros a veces lo abandonamos por varios días?
Busquemos a nuestro Señor, porque está cerca; abracémoslo, porque te ama. Sosténlo, porque él es tu esposo; y siente su corazón, porque Él está en ti.
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