¿NIÑOS ESPIRITUALES?

1 Corintios 3:1
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo."

¿Estás de luto, creyente, porque eres tan débil en la vida espiritual: porque tu fe es tan pequeña, tu amor tan débil? Anímate, porque tienes motivo de gratitud. 

Recuerda que en algunas cosas eres igual al cristiano más grande y crecido. Estás comprado con sangre preciosa tanto como él. Eres tanto un hijo adoptivo de Dios como cualquier otro creyente. Un infante es tan verdaderamente un hijo de sus padres como lo es el hombre adulto. Estás completamente justificado, porque tu justificación no es una cuestión de grados: tu pequeña fe te ha hecho limpiar todo. Tienes tanto derecho a las cosas preciosas del pacto como a los creyentes más avanzados, porque tu derecho a las misericordias del pacto no radica en tu crecimiento, sino en el pacto mismo; y tu fe en Jesús no es la medida, sino la muestra de tu herencia en Él. 

Eres tan rico como los más ricos. La estrella más pequeña que brilla se encuentra en el cielo; el más tenue rayo de luz tiene afinidad con el gran sol. En el registro familiar de gloria, lo pequeño y lo grande están escritos con la misma pluma. Eres tan querido por el corazón de tu Padre como el más grande de la familia. Jesús es muy tierno contigo. En lugar de estar abatido por lo que eres, deberías triunfar en Cristo. 

¿Soy pequeño en el Reino? Sin embargo, en Cristo estoy hecho para sentarme en lugares celestiales. ¿Soy pobre en fe? Aún en Jesús, soy el heredero de todas las cosas. Hoy me regocijaré en el Señor y me gloriaré en el Dios de mi salvación.