NO TE DETENGAS

Isaías 43:6
"Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra."

Aunque este mensaje fue enviado al sur, y se refirió a la simiente de Israel, puede ser una convocatoria para nosotros. Atrás, naturalmente, estamos en todas las cosas buenas, y es una lección de gracia aprender a avanzar en los caminos de Dios. Lector, ¿eres inconverso, pero deseas confiar en el Señor Jesús? Entonces no te quedes atrás, no te detengas. El amor te invita, las promesas te aseguran el éxito, la preciosa sangre prepara el camino. No permitas que los pecados o los temores te impidan, sino ven a Jesús tal como eres. ¿Tienes ganas de orar? ¿Podrías derramar tu corazón delante del Señor? No te detengas. El propiciatorio está preparado para aquellos que necesitan misericordia; los gritos de un pecador prevalecerán con Dios. Tú estás invitado; ven, por lo tanto, con valentía al trono de la gracia.

Querido amigo, ¿ya eres salvo? Entonces no te alejes de la unión con el pueblo del Señor. No desprecies las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor. Puedes ser de una disposición tímida, pero debes luchar contra ella, no sea que te lleve a la desobediencia. Hay una dulce promesa hecha a aquellos que confiesan a Cristo, para que no caigan bajo la condena de aquellos que lo niegan. Si tienes talentos, no dejes de usarlos. No guardes tu riqueza, no desperdicies tu tiempo; no permitas que tus habilidades se oxiden o que tu influencia no sea utilizada. 

Jesús no se guardó; imítalo al ser el primero en pensar en los demás. No te alejes de la estrecha comunión con Dios, de apropiarte con valentía de las bendiciones del pacto, de avanzar en la vida divina, de entrometerte en los preciosos misterios del amor de Cristo. Tampoco, querido amigo, seas culpable de mantener a los demás alejados por tu frialdad, dureza o suspicacias. 

Por el amor de Jesús, ve adelante y anima a otros a hacer lo mismo. ¡Oh soldado de la cruz, no te quedes atrás, no te detengas!