Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 16 de marzo de 2018
OBEDIENCIA
1 Samuel 15:22
"Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros."
A Saúl se le había ordenado que matara por completo a todos los amalecitas y su ganado. En lugar de hacerlo, conservó al rey y permitió que su pueblo tomara lo mejor de los bueyes y de las ovejas. Cuando fue llamado a dar cuenta de esto, declaró que lo hizo con el objetivo de ofrecer sacrificio a Dios; pero Samuel se encontró con él de inmediato con la seguridad de que los sacrificios no eran excusa para un acto de rebelión directa. La frase que tenemos ante nosotros es digna de ser impresa en letras de oro, y colgada ante los ojos de la actual generación idólatra, quienes están muy encariñados con los detalles de la adoración voluntaria, pero descuidan por completo las leyes de Dios.
Recuerda siempre que mantener estrictamente el camino del mandato de tu Salvador es mejor que cualquier forma externa de religión; y escuchar su precepto con un oído atento es mejor que traer la grasa de los carneros, o cualquier otra cosa preciosa para poner sobre su altar. Si fallas en guardar el menor de los mandatos de Cristo a sus discípulos, te ruego que ya no seas desobediente. Todas las pretensiones que haces de apego a tu Maestro, y todas las acciones devotas que puedes realizar, no son una recompensa para la desobediencia. "Obedecer", incluso en lo más mínimo, "es mejor que el sacrificio", aunque sea pomposo. No hables de cantos gregorianos, suntuosas túnicas, incienso y pancartas; lo primero que Dios requiere de su hijo es la obediencia; y aunque debas dar tu cuerpo para ser quemado, y todos tus bienes para alimentar a los pobres, sin embargo, si no obedeces los preceptos del Señor, todas tus formalidades no te beneficiarán en nada.
Es una bendición ser enseñado como un niño pequeño, pero es algo mucho más bendito cuando a uno se le ha enseñado la lección, para llevarlo a cabo al pie de la letra. ¡Cuántos adornan sus templos y decoran su exterior, pero se niegan a obedecer la palabra del Señor! Que esto no pase contigo, obedezcamos siempre a Dios.
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